Los loros, azulejos y el cardenal rojo son las tres especies de aves con mayor demanda en la comercialización ilegal dentro de la entidad. Ante esta situación, se considera necesario aplicar la legislación vigente para sancionar a quienes se dedican al tráfico de fauna. Los loros, en sus distintas variedades, alcanzan precios de entre 250 y 500 pesos, mientras que el tucán es el más caro, llegando a valer hasta 1,500 pesos por ejemplar, informó Marcos Celis Saavedra, coordinador del Programa de Aves Urbanas (PAU) de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
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Celis Saavedra lamentó la captura y venta ilegal de estas especies, pese a que existe normatividad que sanciona este delito. Explicó que en ocasiones buscan concientizar a la población o presentan denuncias ante las autoridades ambientales, aunque reconoció que deben retirarse de algunos lugares debido a la actitud hostil de ciertas personas, para evitar confrontaciones que pongan en riesgo su integridad.
Exhortó a reforzar la aplicación de la ley por parte de las autoridades ambientales y, de ser necesario, coordinar acciones con las fuerzas armadas para disminuir este delito.
Entre las aves más capturadas para su venta se encuentra el cardenal rojo, considerado de ornato, además de loros y pericos. Señaló que es común verlos en viviendas, lo que los convierte en una de las especies más afectadas y en riesgo de extinción. También se comercializan otras aves de ornato como el mariposo o colorín de siete colores, jilgueros y azulejos.
Estas especies son las más vendidas en comunidades rurales, por lo que asociaciones civiles buscan fomentar la cultura ambiental y la preservación de las aves y su hábitat, promoviendo acciones como la siembra de árboles en las viviendas.
Algunas especies son migratorias y se encuentran en la región de septiembre a marzo, periodo en el que cazadores furtivos intensifican su captura. Se ha detectado actividad en zonas como Hampolol, Chemblás y áreas selváticas cercanas a la capital, donde se colocan trampas para capturarlas.
El coordinador estimó que los traficantes pueden obtener entre 10 mil y 20 mil pesos por la venta ilícita de aves, siendo los loros y pericos los más comercializados. Sin embargo, subrayó que el tucán es el de mayor valor, con un precio de hasta 1,500 pesos.
En casos donde se detectan aves en domicilios con largo tiempo en cautiverio, explicó que ya no se recomienda liberarlas, pues al perder sus capacidades de supervivencia en el entorno natural, hacerlo equivaldría a condenarlas a la muerte.
Finalmente, reveló que durante monitoreos en la zona arqueológica de Acanmul han escuchado disparos, lo que evidencia la presencia de cazadores furtivos. En estas áreas selváticas aún se cazan venados y otras especies terrestres, además de aves capturadas ilegalmente, muchas veces por grupos organizados.
JGH