
Ante las malas condiciones del camino de acceso a su localidad, pobladores de Rancho Sosa se organizaron con menonitas de la comunidad de Santa Fe, y desde hace una semana están rellenando con material blanco (sascab) los enormes baches que hay en ese camino estatal, que también lleva a la zona arqueológica de Santa Rosa Xtampak.

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Los pobladores, que también pertenecen al grupo de Sembrando Vida “Much pakal kuxtal”, desde las primeras horas de la mañana de este lunes, iniciaron con el bacheo de ese camino, y pidieron al reportero de Por Esto que acuda a tomar evidencia y dar a conocer el trabajo que ellos realizan, y que compete a las autoridades estatales y federales, por ser un camino de índole estatal.
Indicaron que van a rellenar los 12 kilómetros que les corresponde desde el entronque con la carretera federal 261 Hopelchén–Bolonchén de Rejón hasta el entronque a la comunidad de Rancho Sosa, porque con los enormes baches tienen que transitar a “vuelta de rueda”, y peor cuando tienen que trasladar un enfermo a la cabecera municipal.
Encabezados por el agente municipal José Alfredo Caamal Moo, el comisario ejidal Pedro Caamal Chablé y el ejidatario Jesús de la Cruz Chan Caamal, respectivamente, lamentaron que las autoridades municipales y ejidales, así como pobladores de Yaxché Akal, no se quieran involucrar en esos trabajos, pese a que ese camino también lleva a su localidad y les beneficia.
Recordaron que pobladores de Yaxché Akal sufrieron hace unos años un accidente trágico por culpa de los baches, con pérdidas humanas, pero ni así colaboran.

Expusieron que llevan una semana trabajando en el relleno, cubriendo sus propios gastos de gasolina de sus camionetas, cargando y descargando el sascab, al tiempo que agradecieron a los menonitas de Santa Fe por ayudarlos con un remolque y una camioneta para cargar el material blanco.
Dijeron que ese camino tiene 32 kilómetros desde el entronque de la carretera estatal hasta la zona arqueológica de Santa Rosa Xtampak, y los primeros 12 kilómetros corresponden a Rancho Sosa, luego sigue Yaxché Akal, y más al fondo están esas ruinas, que son una de las más grandes del municipio de Hopelchén, comparables incluso con Chichén Itzá.
Los trabajos de mantenimiento no nos competen a nosotros como pobladores, debe ser obligación de las autoridades estatales y federales, pero ante la falta de apoyo nos hemos visto en la necesidad de rellenar los baches, expuso Jesús de la Cruz.

Dijeron que además de que ese camino lleva a dos comunidades cheneras y a la zona arqueológica, en lo largo de esa carretera estatal hay cultivos de maíz, sorgo, soya, chigua, chile habanero, y de ahí sale mucha producción agrícola hacia centros de acopio, inclusive de miel, por la gran cantidad de apiarios en la región.
Añadieron que ese camino no solo beneficia a las comunidades y visitantes, sino también a los productores agrícolas, por lo que requiere el apoyo urgente del gobierno para dejarlo en buenas condiciones, ya que las actuales son deplorables.
Coincidieron en que han tocado puertas en el Gobierno del Estado de Campeche, en instancias como SEDUMOP, SDA y SICT, pero ninguna ha intervenido, alegando falta de recursos económicos para reparar el camino.
Recordaron que en los últimos tres años han rellenado los baches cada seis meses, porque les interesa conservar el camino, ya que constantemente se les dañan los vehículos.
Dijeron que todos los gastos del relleno van por cuenta de ellos: gasolina, alimentación, agua purificada y otros insumos, y que el sascab lo extraen de los bancos de la comunidad de Rancho Sosa, lo que les permite ahorrar algo de dinero.
Por último, pidieron a las autoridades correspondientes que los volteen a ver, porque están olvidados y sin apoyo, e instaron a la gobernadora Layda Sansores a mirar hacia esa región chenera, que está abandonada por el gobierno.