La primera Semana Nacional de Vacunación 2025 dará inicio este sábado 26 de abril y se extenderá hasta el 3 de mayo. Más allá del anuncio logístico, la advertencia de fondo revela una situación delicada, ya que en el estado hay presencia confirmada de tosferina y sarampión, enfermedades altamente contagiosas que, en casos graves, pueden provocar complicaciones severas, discapacidad e incluso la muerte, sobre todo en la población infantil, informó Adriana Jiménez Montejo, coordinadora de vacunación del Distrito Sanitario para el Bienestar número tres.
A diferencia de campañas anteriores, esta jornada se enfocará prioritariamente en completar esquemas de vacunación para niños y adultos, aclarando que no se aplicarán biológicos de manera indiscriminada, sino únicamente a quienes lo necesiten.
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“Es una vacunación dirigida a quienes estén carentes de algún biológico o les falte completar el esquema. Lo importante es que las personas acudan con su cartilla para revisar si falta alguna dosis y así poder completarla”, explicó Jiménez Montejo.
La funcionaria enfatizó que todas las vacunas del esquema básico estarán disponibles, y que hay suficientes dosis para atender la demanda. Se instalarán puestos fijos en centros de salud, hospitales como el Hospital Rural IMSS-Bienestar María del Socorro Quiroga Aguilar, así como en todas las instituciones de salud: IMSS, ISSSTE, Hospital Naval, Pemex, además de módulos móviles en puntos estratégicos, como entradas de supermercados o sedes del bienestar social municipal.
🦠 UN CONTEXTO EPIDEMIOLÓGICO PREOCUPANTE
Según la coordinadora de vacunación, el actual panorama con tosferina y sarampión vuelve a poner en el centro del debate la urgencia de fortalecer la cultura de vacunación, especialmente tras los efectos de la pandemia de COVID-19, que dejó secuelas en la cobertura y seguimiento de los esquemas básicos.
Recordó que la vacunación es un derecho universal, por lo que no importa la afiliación a una institución de salud pública, cualquier persona podrá recibir la vacuna. Sin embargo, organizaciones civiles han denunciado en años anteriores la falta de acceso real en comunidades rurales o marginadas, donde los módulos no siempre llegan.
“La clave ahora será asegurar que la información, la logística y la empatía lleguen a todos los rincones, y que más allá de la disponibilidad en papel, la vacuna llegue al brazo que más la necesita”, concluyó.
