La Selección Mexicana está escribiendo un nuevo capítulo de ilusión y renovación en la Copa Oro 2025, y gran parte de ello se debe a la irrupción de un talento precoz: Gilberto Mora. Con apenas 16 años, este prometedor atacante se ha convertido en el jugador más joven en debutar en un partido oficial con el Tricolor, marcando un hito en la historia del fútbol mexicano.
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Mora, surgido de las fuerzas básicas de los Xolos de Tijuana, fue una pieza importante en el reciente triunfo 2-0 sobre Arabia Saudita, un resultado que selló el pase de México a las semifinales del torneo. Su actuación, a pesar de la magnitud del escenario, mostró una madurez sorprendente.
Tras el partido, el joven delantero expresó con calma su alegría: “Muy feliz por el triunfo y por la confianza del profe, lo mejor fue que ganamos”. En una entrevista con TUDN, subrayó que su debut no fue casualidad, sino el resultado de un trabajo constante: “Dándolo todo en todos los entrenamientos, sabía que la oportunidad iba a llegar”. Su llamado a la Selección mayor es el desenlace de un proceso que inició desde las categorías inferiores, demostrando que el talento juvenil puede consolidarse si se le brinda confianza.
El camino de Gilberto Mora hacia la élite ha sido verdaderamente meteórico. Su debut en la Primera División ocurrió el 18 de agosto de 2024, cuando el entonces técnico Juan Carlos Osorio lo hizo ingresar como cambio ante León durante la jornada 8. Con solo 15 años, Mora no solo debutó, sino que también anotó su primer gol profesional y concluyó ese torneo con 15 partidos jugados, un gol y una asistencia.
En el siguiente torneo, el Clausura 2025, Mora mantuvo su regularidad con otros 15 encuentros y un gol, lo que rápidamente captó la atención de Javier Aguirre, quien había retomado las riendas de la Selección Mexicana. Fue así como el joven se ganó su lugar para disputar la Copa Oro 2025.
Rompiendo récords y el presente del fútbol Mexicano
Gilberto Mora no solo hizo historia en el torneo regional. Previamente, durante una gira por Sudamérica, se convirtió en el jugador más joven en representar al Tricolor, con 16 años, tres meses y dos días, superando marcas de leyendas como Armando Martínez y Rafael Márquez. Su rendimiento constante tanto en la Liga MX como en encuentros con clubes sudamericanos convenció por completo al cuerpo técnico nacional.
Ahora, Gilberto Mora no solo representa el futuro prometedor del fútbol mexicano, sino también un presente latente. Su inclusión en la Copa Oro no ha sido un acto simbólico, sino una respuesta real a las necesidades ofensivas del equipo. Ya ha demostrado que puede marcar la diferencia, incluso frente a rivales de alto nivel y en contextos de máxima presión, perfilándose como una de las figuras a seguir en el balompié nacional.