En un momento que trasciende el simple reconocimiento artístico, Los Bukis recibieron su estrella en el legendario Paseo de la Fama de Hollywood, pero convirtieron esta celebración personal en un emotivo tributo a millones de trabajadores inmigrantes que construyen silenciosamente el tejido social y económico de Estados Unidos.
La ceremonia se transformó en algo mucho más profundo que una típica celebración de entretenimiento: constituyó un acto de solidaridad social que resonó profundamente en comunidades que rara vez reciben reconocimiento público por sus contribuciones fundamentales.
La dedicatoria que conmovió corazones
Marco Antonio Solís, líder indiscutible de la agrupación michoacana, acompañado por los integrantes originales, dirigió sus palabras directamente hacia aquellos que trabajan incansablemente en las sombras: agradeció el apoyo del público latino y destacó especialmente el papel de los trabajadores migrantes, a quienes definió como "la fuerza de servicio silenciosa" del país.