La sesión ordinaria del Congreso de la Ciudad de México fue suspendida luego de que diputadas y diputados del PAN tomaron la tribuna para frenar la discusión sobre la reforma al órgano de transparencia de la capital.
La legisladora panista Daniela Álvarez advirtió desde el estrado que su bancada no se movería, al acusar que Morena pretendía modificar el dictamen para cambiar el modelo del nuevo organismo de transparencia sin respetar los acuerdos previos.
De acuerdo con la diputada, existía el compromiso de que el nuevo órgano fuera de composición tripartita, en sustitución del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de la Ciudad de México (InfoCDMX), que sería eliminado de la Constitución local. Ante la denuncia de “rompimiento de acuerdos”, el blanquiazul decidió tomar la tribuna.
Gritos, empujones y jalones de cabello entre PAN y Morena
La tensión escaló cuando legisladores de Morena subieron al pleno para intentar reanudar la sesión. Lo que inició como intercambio de gritos derivó en empujones, jaloneos e incluso golpes entre diputadas y diputados de ambas bancadas.
En la Mesa Directiva, las imágenes captaron a legisladoras del PAN y de Morena jalándose el cabello y forcejeando, mientras otros legisladores intentaban separarlas. El caos obligó a suspender la sesión, en medio de reclamos cruzados y acusaciones de “autoritarismo” y “sabotaje legislativo”.
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¿Qué se discute con el órgano de transparencia en CDMX?
El choque en el Congreso capitalino gira en torno a la desaparición del InfoCDMX como organismo autónomo y la creación de una nueva figura de transparencia con un diseño distinto.
Mientras Morena impulsa la reforma argumentando reestructura institucional, el PAN exige que se respeten los acuerdos que garantizaban un órgano tripartito y con contrapesos.
Tras los enfrentamientos, la Mesa Directiva suspendió la sesión y se analiza trasladar la discusión a una sede alterna para retomar el debate.
El tema promete seguir generando tensión, pues la oposición acusa un intento de control político sobre la transparencia, mientras el oficialismo sostiene que se trata de una reconfiguración administrativa necesaria.
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