El caso de “Cecilio”, un joven afectado por la adicción al cristal, ilustra las secuelas físicas de esta droga: pérdida de dientes, llagas en la piel y extrema delgadez. Aunque lleva cuatro meses “limpio”, su cuerpo refleja los estragos del consumo prolongado. Él mismo confesó que el cristal es altamente adictivo y que llegó incluso a robar para conseguir una dosis, cuyo efecto dura solo un par de horas.
El bajo costo y la fácil disponibilidad del cristal (entre 100 y 120 pesos por dosis) incentivan su uso, aunque el consumo diario vuelve el hábito más difícil de sostener. Expertos advierten que drogas nuevas como el fentanilo y el cristal son extremadamente peligrosas y potentes, incluso más que la heroína, y pueden provocar sobredosis desde la primera dosis.
Según la Secretaría de Salud, el cristal ya es la cuarta droga más consumida en México, con mayor presencia entre jóvenes de 20 a 29 años. La tendencia indica que el alcohol está siendo desplazado por drogas como el cristal y el fentanilo, particularmente en zonas como Cancún. Estas sustancias, al ser sintéticas, generan efectos como alucinaciones, ansiedad y pánico, debido a la liberación excesiva de dopamina.
Organizaciones como AA (Alcohólicos Anónimos) en Quintana Roo reportan múltiples casos relacionados con cristal y “piedra”, aunque no han atendido aún adictos al fentanilo. La adicción genera un círculo delictivo donde muchos roban o cometen faltas para continuar consumiendo. Entre las causas, señalan vacíos emocionales, falta de atención parental y la influencia de redes sociales, además de una educación insuficiente.
Instituciones como el Centro de Integración Juvenil (CIJ) y el IMCA han atendido a más de 10 mil personas al año, siendo al menos el 50% adolescentes. Casos recientes en el Centro de Retención Municipal (Torito) muestran que menores de apenas 13 años ya consumen cristal, marihuana y alcohol. El nuevo modelo de justicia cívica en Benito Juárez busca dar seguimiento personalizado a estos jóvenes, para atender el origen del problema.
A pesar del decomiso oficial de 7,800 pastillas de fentanilo en Cancún, con valor de 3.1 millones de pesos, la secretaria de Gobierno de Quintana Roo, Cristina Torres, lo niega tajantemente. Asegura que es un dato falso y que no hay presencia de fentanilo en el estado. Mientras tanto, autoridades turísticas refuerzan campañas preventivas, adhieren protocolos como el Código Internacional de Protección a Turistas y aseguran que no existen casos reportados de atención médica a turistas por consumo de drogas.
JGH
