En lo que va del año, se han atendido 496 casos de depresión en Quintana Roo, de acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia, y 109 emergencias en distintos hospitales por intentos de suicidio, ya sea por envenenamiento intencional con analgésicos, drogas o lesiones autoinfligidas con arma punzocortante. En algunos casos (no se especifica la cifra), fueron adolescentes.
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Para la especialista en salud mental, Carolina Recillas, los detonantes para que los adolescentes lleguen a tener pensamientos suicidas o incluso atenten contra sus vidas son la falta de atención de calidad de los padres, el acoso escolar, el uso excesivo de celulares, acontecimientos estresantes y el consumo de drogas.
"Esos pensamientos suicidas surgen por tristeza, rencor, ira, falta de atención de los padres o la ausencia de los mismos", dijo Recillas.
Explicó que las redes sociales están siendo un flujo de infección y toxicidad para los adolescentes, quienes están bombardeados de información innecesaria o confusa que los reprograma.
"Cuando no se sienten aceptados, no tienen un lugar o sienten que no merecen un espacio en una agrupación social, son más propensos a tener pensamientos suicidas. Si además se sienten rechazados, desvalorizados y no tienen un modelo a seguir, pueden recurrir a las adicciones, incrementando estos pensamientos", expresó.
Dijo que todo esto distorsiona sus ideas, llevándolos a sentirse no merecedores o no aceptados por rupturas familiares, ya sea por la ausencia del padre o la madre, el rechazo, e incluso por violencia intrafamiliar o emocional.
"Si a esto le sumamos que desde pequeños empiezan a consumir drogas por moda, soledad o para sentirse aceptados—especialmente el cristal, que está muy de moda y es sumamente agresivo—, experimentan una sensación de éxtasis y satisfacción momentánea. Pero cuando tienen un bajón, entran en depresión, y es ahí cuando aparecen los pensamientos suicidas", indicó.
Recillas señaló que las autoridades no están tomando las medidas necesarias para proteger a los niños y adolescentes, quienes al final son víctimas de un sistema de corrupción y abandono.
En México, cada año se registran en promedio 9 mil suicidios. La tasa en Quintana Roo es de 9.3 por cada 100 mil habitantes, por encima de la media nacional, que es de 8.2. De acuerdo con cifras del C5, cada día se reportan entre una y dos llamadas de auxilio por intentos de suicidio en la entidad.
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Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante los primeros meses de 2025, Quintana Roo ocupó el primer lugar en tasa de llamadas de emergencia relacionadas con violencia de pareja, con un promedio de 76 llamadas diarias por cada 100 mil habitantes. Para los expertos en salud mental, muchos de estos casos han terminado en intentos de suicidio.
La Secretaría de Salud estatal implementó la campaña preventiva "Dale color a tu vida", que busca generar conciencia sobre el problema en las comunidades, destacando que el suicidio siempre es prevenible.
JGH