En las últimas dos semanas, Quintana Roo ha registrado 67 nuevos casos de infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), una cifra que representa un repunte significativo en comparación con el periodo anterior. Durante los 14 días previos, se habían reportado únicamente 36 casos, por lo que el incremento actual equivale a un aumento del 86 por ciento.
El boletín epidemiológico correspondiente a la semana 22 de 2025 detalla que en lo que va del año se han confirmado 277 casos de hombres con VIH en fase 1 y 37 mujeres en esa misma etapa. En fase 2, hay 58 hombres y 15 mujeres; en fase 3, 60 hombres y 7 mujeres; y en fase 4, 22 hombres y 5 mujeres. Estas cifras muestran una clara concentración del virus en hombres, quienes representan más del 86 por ciento de los diagnósticos. El número de casos en mujeres se ha mantenido relativamente estable, mientras que entre los hombres se observa un aumento constante, sobre todo en fases tempranas.
Los datos contrastan con los reportes de la semana 21, donde se habían registrado 255 hombres y 37 mujeres en fase 1; 51 hombres y 14 mujeres en fase 2; 57 hombres y 5 mujeres en fase 3; y 27 hombres y 5 mujeres en fase 4. De una semana a otra, hubo un aumento de 22 casos en fase 1 y un alza moderada en otras etapas. En total, Quintana Roo acumula 417 diagnósticos en hombres y 64 en mujeres hasta la semana 22 del año.
El repunte cobra mayor relevancia al considerar que en las semanas 19 y 20 se reportaron entre 16 y 20 casos nuevos, por lo que el salto a 36 en la semana 21 y luego a 67 en la 22 representa un cambio brusco en la tendencia. Esta aceleración plantea un panorama preocupante sobre la transmisión activa del virus en el estado.
Desde la perspectiva del personal de la organización Red Positiva, el incremento está relacionado directamente con la falta de campañas efectivas por parte de las autoridades para prevenir el VIH y orientar a la población sobre cómo hacerse pruebas y protegerse. Denuncian que no existe un verdadero esfuerzo institucional de tamizaje o diagnóstico oportuno, lo que provoca que muchas personas vivan con el virus sin saberlo hasta que se encuentran en etapas avanzadas.
Red Positiva también advirtió que el virus se sigue expandiendo entre personas jóvenes y adultos que están inmersos en dinámicas de trabajo sexual, producción de contenido sexual y prácticas sin protección. Estas poblaciones, señalan, permanecen desatendidas en términos de salud pública, sin acceso suficiente a información ni a pruebas gratuitas o asequibles.
Las estadísticas de fase 4 —22 hombres y 5 mujeres— reflejan casos que han sido detectados demasiado tarde, cuando el virus ya ha evolucionado al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida). En esas condiciones, las posibilidades de recuperación se reducen y los tratamientos se vuelven más complejos. “Las personas llegan muy tarde a las revisiones y muchas veces ya no hay mucho que hacer”, señaló el personal consultado.
La organización hizo un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para reforzar la estrategia de prevención, generar campañas sostenidas en medios y en espacios públicos, y garantizar el acceso gratuito y regular a pruebas rápidas. De no atenderse este repunte con acciones inmediatas, el VIH podría seguir propagándose silenciosamente en sectores vulnerables y sin seguimiento médico.