El destino turístico luce su peor versión, con basura en las playas, boulevard Kukulcán, así como en las calles de la ciudad, afirmaron turistas frecuentes que llegaron a vacacionar.
“Teníamos un hermoso recuerdo de la ciudad, de la zona hotelera, pero ahora nos llevamos una muy mala imagen de este destino”, comentó Clara Hernández, turista procedente de Ciudad de México que viaja de una a dos ocasiones por año para disfrutar el Caribe Mexicano.
El deterioro en la zona hotelera ha generado crecientes críticas por parte de turistas nacionales, quienes han señalado el evidente abandono en la infraestructura del área, además de reportar problemas de mal olor en algunos sitios.
Los paseantes que recorren el boulevard, principal acceso a la zona hotelera, han expresado su descontento con el estado de la señalética que marca cada kilómetro, así como el desgaste de algunos elementos de concreto que deberían ser más duraderos.
La falta de mantenimiento en varios puntos afecta la percepción de los visitantes, quienes esperaban una mejor calidad en el cuidado de la infraestructura de uno de los destinos turísticos más importantes de América Latina.
Otra turista procedente de Ciudad de México, Mariana Benítez, compartió su experiencia negativa en una playa, donde señaló que el estacionamiento cercano desprendía un fuerte olor desagradable, lo que afectó de manera significativa su visita.
Mencionó que primero llegó a hospedarse en la zona hotelera, después decidió vivir otra experiencia para estar más cerca de los cancunenses, conocer más de cerca la vida de la ciudad, por lo que optó por hospedarse en una renta vacacional, en departamentos ubicados en la Supermanzana 39.
“Me doy cuenta que la situación de deterioro en la zona hotelera también es visible en la ciudad. Me he encontrado con calles con un sinfín de baches, las áreas verdes de los camellones en abandono, con mucha basura, calles con deficiente alumbrado público, además el servicio de transporte es bastante deficiente y caro”, compartió.
Este tipo de comentarios refleja una problemática que podría dañar la imagen de Cancún como un destino de clase mundial y, si no se toman medidas para resolver estos problemas, podría impactar negativamente la llegada de turistas nacionales e internacionales, consideraron trabajadores de la industria.