
Habitantes de las Regiones 225 y 226 llevan más de 20 años lidiando con problemas de drenaje. En la zona se forman lagunas con agua estancada y verdosa que emiten olores desagradables y representan un riesgo para la salud.
Algunas familias gastan hasta 3 mil pesos por evento para realizar desazolves, y este procedimiento puede repetirse hasta tres veces al año. Hasta ahora no han recibido una solución definitiva.

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Los residentes aseguraron que esta situación la enfrentan desde que se mudaron, y que desde entonces han hecho reportes constantes tanto a Aguakan como al Ayuntamiento sin obtener resultados. Han acudido varias veces al Palacio Municipal para solicitar apoyo, pero señalan que no reciben respuesta o son ignorados.
Explicaron que en la concesionaria les han dicho que es un tema que debe atender el Gobierno, mientras que en el Ayuntamiento les argumentan que no se puede intervenir porque la zona no está municipalizada o porque supuestamente deben predial; sin embargo, los propietarios afirman que están al corriente con ese pago, por lo que consideran que no hay justificación para no atender la problemática.

Indicaron que con la llegada de las lluvias la situación empeora, ya que el agua rebosa, se acumula en las calles, incluso ingresa a algunas viviendas, por lo que han tenido que colocar barreras improvisadas para evitar mayores afectaciones, ya que las lagunas se extienden por días y los olores aumentan durante la noche.
Afirmaron que en varias ocasiones han cooperado entre varias familias para pagar el desazolve de los registros, ya que cuando se tapan el agua permanece estancada por varios días. Esta gestión representa un gasto constante que hacen hasta tres veces por año.
Resaltaron que esta problemática se ha mantenido por más de 20 años, sin que las autoridades den una solución definitiva. A pesar de los reportes y visitas técnicas, el drenaje sigue en las mismas condiciones, y el problema se repite cada temporada de lluvias.