
La familia de Guillermina Falcón Santos, la niña uruguaya de siete años que falleció en Cancún durante un viaje escolar con compañeros y familiares, ha solicitado a las autoridades mexicanas que la investigación en torno a su muerte sea pronta, expedita y transparente. El trágico suceso ocurrió el pasado 29 de junio, tras una excursión en catamarán como parte de las actividades recreativas organizadas para el grupo de estudiantes de la ciudad de Mercedes, Uruguay.
Viajaba acompañada por 15 niñas y niños, todos integrantes del grupo escolar procedente de la ciudad de Mercedes, en el departamento uruguayo de Soriano, así como por 8 adultos, entre ellos familiares y docentes. Según los primeros reportes, al concluir la travesía, Guillermina se desvaneció al descender de la embarcación y, pese a los esfuerzos por reanimarla, perdió la vida pocos minutos después.
Aunque las autoridades de Quintana Roo ya abrieron una carpeta de investigación, los familiares han expresado preocupación por la falta de claridad en las causas del fallecimiento y la ausencia de resultados preliminares tras más de una semana del incidente.
“Queremos saber qué pasó. No se puede aceptar la muerte de una niña sin saber por qué. Solo pedimos justicia, respeto y respuestas”, señaló un familiar directo en declaraciones recogidas por medios uruguayos.
Las autoridades de la Fiscalía de Quintana Roo no han dado a conocer aún un dictamen oficial sobre la causa del fallecimiento. Sin embargo, fuentes cercanas a la investigación indicaron que no presentaba signos visibles de violencia, por lo que se analizan posibles factores como deshidratación severa, golpe de calor o reacción médica no detectada a tiempo.
La Fiscalía confirmó que se ha iniciado una carpeta de investigación para esclarecer los hechos, y que se está en contacto con el Consulado de Uruguay en México para garantizar transparencia y apoyo a la familia afectada.

Hasta el momento, no se ha señalado responsabilidad directa a la empresa turística que operó el catamarán, aunque ya fue requerida para entregar bitácoras de servicio, protocolos de seguridad y reportes del personal a bordo. En Uruguay, la muerte de Guillermina ha generado un profundo impacto social y político. Su abuela, María Fajardo, es diputada del Partido Nacional, y ha recibido muestras de solidaridad desde todos los sectores, tanto oficiales como ciudadanos.
Mientras tanto, la Fiscalía de Quintana Roo continúa recabando testimonios del personal de la empresa que operó la embarcación, así como de los adultos acompañantes, y se espera que en los próximos días se entreguen los resultados completos de la necropsia practicada por el Servicio Médico Forense (SEMEFO).
La familia insiste en que la investigación no debe quedar en la ambigüedad ni prolongarse indefinidamente, ya que está en juego no solo la memoria de Guillermina, sino también la confianza en las instituciones encargadas de procurar justicia. Guillermina era nieta de María Fajardo, diputada por el departamento de Soriano del Partido Nacional de Uruguay, lo que ha dado aún mayor visibilidad al caso.
Dirigentes de todas las corrientes políticas en ese país expresaron su solidaridad a la familia, mientras que el Partido Nacional emitió un comunicado oficial lamentando profundamente la pérdida:
“Lamentamos profundamente el fallecimiento de la pequeña Guillermina Falcón Santos, hija de Alejandro Falcón y Flavia Santos Fajardo”.
La noticia ha provocado una ola de conmoción en Uruguay. Guillermina es recordada por sus maestros y amigos como una niña alegre, sensible, solidaria y querida por su comunidad escolar. En Mercedes, ciudad de origen de la familia, se han realizado muestras públicas de cariño, mensajes de apoyo, misas y cadenas de oración.