La zona sur de Quintana Roo está siendo invadida por el pez diablo, pues después de que en semanas anteriores se encontraron ejemplares en el municipio de Bacalar, específicamente en el cenote “La Bruja”, ahora se han encontrado en los cuerpos de agua del municipio de Othón P. Blanco, como es el caso de la bahía de Calderitas, y de manera reciente también en la localidad de Francisco Villa.
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Ante ello, los habitantes del lugar han manifestado su preocupación respecto a la posibilidad de que las aguas del sur de la entidad se estén infestando de la especie invasora, ya que esto representaría un gran riesgo para las especies endémicas, debido a que se trata de una especie que no cuenta con un depredador en la región; esto, debido a que apenas el lunes pasado dos jóvenes encontraron peces diablo cuando se encontraban realizando actividades de pesca en Calderitas, y ahora fueron encontrados más ejemplares en los cuerpos de agua cercanos a Francisco Villa.
Si bien hasta el momento las autoridades no han emitido ningún comunicado respecto a estos recientes hallazgos, de manera previa investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) que se dedican al monitoreo de esta especie ya han señalado algunas recomendaciones sobre las acciones que se deben tomar en caso de que se encuentren ejemplares de pez diablo, siendo la principal que sean cazados o sacados del agua de modo que no puedan regresar.
En ese sentido, se recomienda que sea cazado con arpón o haciendo uso de guantes especiales, puesto que si bien no es agresivo con las personas sus escamas son muy duras, por lo que puede generar heridas si se le agarra con la mano. Además, han hecho hincapié en que no se trata de una especie venenosa, por lo que se puede tener contacto con ella sin problema, en lo que a los seres humanos se refiere; incluso puede ser consumida como alimento, aunque no cuenta con mucha carne que se pueda aprovechar.
Asimismo, otra de las recomendaciones hechas por los investigadores de Ecosur es que se comuniquen con ellos para que acudan a los lugares donde sean encontrados los ejemplares, puesto que aún les queda mucho por descubrir de esta especie; o, bien, pueden donarlos al zoológico, si no quieren deshacerse de ellos o cazarlos.