Luego del fin de la temporada vacacional correspondiente al periodo de verano, el sector hotelero de Quintana Roo se prepara para hacerle frente a los siguientes tres meses, los cuales considera como temporada baja, por lo que desde ahora los empresarios hoteleros se encuentran trabajando en estrategias que buscan implementar durante ese lapso para no verse afectados por la falta de afluencia y el decremento en el número de reservaciones.
Al respecto, el presidente de la Asociación de Hoteleros de la zona sur de la entidad, Raúl Andrade Angulo, dio a conocer que los empresarios se encuentran trabajando en diferentes estrategias para sobrellevar los siguientes 90 días, antes de que llegue la siguiente temporada vacacional en el mes de diciembre, debido a que se les viene una época baja en cuanto a ocupación hotelera, debido a la disminución de visitantes.
En ese sentido, señaló que durante las vacaciones de verano les fue muy bien a los hoteleros, quienes mantuvieron hasta un 70% de ocupación hotelera, sin embargo, mencionó que están conscientes de que ello se debió, en parte, a que el periodo vacacional se extendió, siendo una situación fuera de lo normal, ya que se extendió hasta la mitad de agosto, sin embargo, tras esa buena temporada tendrán que lidiar con los meses de septiembre, octubre y noviembre, en los que la afluencia es baja.
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Por lo que, actualmente, los empresarios están visualizando que dependiendo de cuál sea la situación financiera en la que se encuentre cada hotel serán las medidas económicas que se tomen al respecto; se prevé que algunos necesiten préstamos bancarios para sobrellevar la temporada baja y poder mantenerse mientras tanto, de modo que serán los empresarios quienes decidan qué medida es la que más les conviene de acuerdo con la situación económica por la que esté atravesando cada hotel.
Finalmente, Andrade Angulo indicó que, por otro lado, esperan que sea a mediados del mes de noviembre cuando las reservaciones comiencen a incrementar, previo a las vacaciones de invierno, pero, mientras tanto, los hoteleros se mantienen a la expectativa de lo que les traerá la temporada baja para determinar las estrategias que implementarán, de modo que no se vean afectados.