Los fuertes vientos del sureste que alcanzaron más de 45 kilómetros por hora paralizaron las actividades náuticas del puerto de Chiquilá e isla Holbox, que apenas comenzaban a recuperarse de una baja actividad y habían logrado un 60% de repunte en esta semana Santa; sin embargo, ayer, el cambio brusco del clima en el municipio Lázaro Cárdenas dejó una nueva afectación para este sector del que dependen más de 300 lancheros.
La Capitanía de Puerto de Holbox anunció la restricción para la actividad en el mar a partir de las 12:30 horas, por lo que las embarcaciones que salieron por la mañana a los recorridos náuticos tuvieron que retornar, afirmaron los prestadores de servicios turísticos que se quedaron de brazos cruzados, a causa de las suradas que dejaron lluvias, además de las fuertes rachas de viento.
Esta semana los lancheros turísticos de la zona norte comenzaron a repuntar en sus actividades, luego de 15 días de no haber podido trabajar por frentes fríos y suradas, el clima había sido perfecto para el desarrollo de sus actividades que rápido subieron a un 60%; pero la madre naturaleza ayer tuvo planes diferentes a los prestadores de servicios.
Dejó fuertes rachas de viento que alcanzaron casi 50 kilómetros por hora como parte de las afectaciones de las suradas previstas para el fin de semana, que provocaron el cierre del puerto a la navegación menor de 40 pies de eslora a partir del mediodía, causando la inconformidad de los prestadores de servicios del puerto de Chiquilá y Holbox.
Unas horas antes salieron alrededor de 18 embarcaciones a recorridos turísticos cercanos y cruces hacia la isla, teniendo que interrumpirlos al mediodía; sin embargo, en ese momento el clima se encontraba tranquilo, por lo que los prestadores de servicios consideraban la medida como extrema, sin dejarlos aprovechar la afluencia de visitantes.
Externaron que al encontrarse dentro de la laguna, era menos peligroso dar los servicios al ojo de agua Yalahau, que las actividades del torneo de pesca de la isla de Holbox que la Capitanía de Puerto no detuvo, evento que es común que se prolongue por la tarde, cuando comienzan a arribar las embarcaciones, lo que consideraron incongruente.
El inicio de las vacaciones de Semana Santa fue incierto y en estos días comenzaban a recuperarse de la mala racha que causa alrededor de 250 mil pesos en pérdidas y los únicos que tienen seguros sus recorridos son lancheros o permisionarios que reciben grupos de visitantes que llegan por unas horas.
Más de 300 lancheros de Chiquilá y Holbox afirmaron que no se sabe si este domingo se dará apertura al puerto a la navegación menor, pues así como puede ser un día la afectación, las suradas pueden prolongarse hasta por una semana de modo que han caído en la incertidumbre y las vacaciones no están siendo lo que esperaban.