La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) intensificó su presencia en Puerto Morelos, con un operativo de inspección y vigilancia que destapó graves irregularidades en desarrollos inmobiliarios que proliferan sin autorizaciones ambientales en la frágil zona costera de este municipio, clausurando tres desarrollos inmobiliarios que no contaban con autorización de impacto ambiental de la Semarnat.
Las clausuras de obras evidencian un descontrol en el cumplimiento de la normatividad ambiental, mientras la presidenta municipal, Blanca Merari Tziu Muñoz, mantiene en la opacidad el Programa Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU), alimentando sospechas de intereses millonarios detrás de estas construcciones.
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El operativo de Profepa se desató tras denuncias ciudadanas sobre el auge de proyectos inmobiliarios que amenazan los ecosistemas costeros de Puerto Morelos, ubicado entre el Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos y el Área de Protección de Flora y Fauna Manglares de Puerto Morelos.
El 27 de mayo, los inspectores clausuraron temporalmente una vivienda de dos niveles en construcción, con aproximadamente mil metros cuadrados, debido a la falta de autorización en materia de impacto ambiental, violando el artículo 28, fracción IX, de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. Se abrió un expediente administrativo, ya que el responsable no presentó los permisos requeridos.
Un caso aún más alarmante ocurrió el 28 de mayo, cuando Profepa clausuró otra obra de cinco niveles que ya había sido sancionada en marzo de 2024. En aquella ocasión, se le ordenó al desarrollador detener la construcción y obtener la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Sin embargo, los inspectores constataron que las obras continuaron, pasando de un simple terraplén a una estructura de cinco pisos. Aunque el responsable presentó una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), esta no ha sido aprobada, lo que prohíbe cualquier avance en la construcción. Este caso pone en evidencia una flagrante desobediencia a las medidas correctivas impuestas por la autoridad federal.
El 29 de mayo, otra inspección reveló una construcción con pilotes de concreto y material pétreo en un área costera. El visitado mostró un permiso de Semarnat para rehabilitar una vivienda de dos niveles ya demolida, pero las actividades observadas no correspondían a lo autorizado, lo que derivó en una nueva clausura temporal.
Finalmente, el 30 de mayo, Profepa realizó un recorrido de prospección para identificar más desarrollos en proceso, los cuales serán inspeccionados próximamente. “Continuaremos con operativos para garantizar el cumplimiento de la normatividad ambiental y atender las denuncias ciudadanas”, afirmó la procuradora Mariana Boy Tamborrell, subrayando la importancia de proteger Puerto Morelos, un enclave ecológico de valor incalculable.