
Un segundo muestreo realizado por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Mérida, a través de su Laboratorio de Producción Primaria, confirmó la presencia del dinoflagelado Scrippsiella trochoidea a 15 kilómetros al norte de la costa de Progreso, especie asociada a Florecimientos Algales Nocivos (FAN), comúnmente conocidos como marea roja.
El estudio, efectuado el pasado 15 de julio, consistió en un transecto perpendicular de 20 km mar adentro, que incluyó la medición de variables fisicoquímicas y la identificación de fitoplancton. Los resultados arrojaron abundancias que oscilaron entre 7,122 y 1,274,838 células por litro, con Scrippsiella trochoidea como especie dominante.
Según el reporte, los valores más altos se localizaron en la superficie, entre los kilómetros 15 y 20, con manchones dispersos en la zona. No obstante, el Cinvestav aclaró que no se encontraron organismos muertos, lo que indica que el florecimiento aún no representa un impacto directo en la fauna marina ni un riesgo inmediato para la población.

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Este análisis contó con la colaboración del Laboratorio de Oceanografía del Cinvestav y el Laboratorio Nacional Conahcyt de Oceanografía. Como se informó previamente, un muestreo anterior realizado el 8 de julio en Dzilam de Bravo y Telchac detectó la presencia de algas tóxicas en cantidades mínimas.
Aunque el evento ya puede considerarse una marea roja incipiente, las autoridades científicas recomiendan mantener el monitoreo constante debido a su posible expansión hacia la costa.
Primer estudio
Previamente, el 8 de julio, un primer muestreo frente a las costas de Telchac y Dzilam de Bravo en transectos perpendiculares de 10 y 12 kilómetros no detectó marea roja tóxica.

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En esa ocasión, las temperaturas del agua oscilaron entre 21.4 y 29.8 grados Celsius y las concentraciones de fitoplancton fluctuaron entre 7 mil y un millón de células por litro, predominando diatomeas como Chaetoceros y Rhizosolenia, especies no peligrosas para la salud humana ni para la fauna marina.
El Cinvestav señaló a principios de mes que, aunque las especies actuales no representan riesgo, el monitoreo continuará de forma permanente. Además, autoridades estatales y federales reforzaron la vigilancia tras detectar la microalga Karenia spp. en varios puntos del litoral, incluidos San Crisanto, Santa Clara, Chabihau, San Felipe y Las Coloradas.