
Este 8 de agosto, Día Internacional del Gato, fecha impulsada por el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW), con el objetivo de fomentar la adopción responsable y la relevancia de la esterilización, es importante recordar que en la naturaleza también existen pequeños felinos salvajes, cuya función ecológica es clave para la salud del ambiente.
Al deambular entre selvas, manglares, petenes, dunas costeras, entre otros ecosistemas, estos depredadores de talla pequeña cumplen con un rol de gran relevancia: controlar las poblaciones de sus presas, lo que contribuye al equilibrio ambiental. Además, representan especies indicadoras de la calidad de los hábitats.
En territorio yucateco existe la presencia de tres especies de pequeños felinos silvestres, cada una con características únicas, producto de complejos procesos evolutivos. Desafortunadamente, debido a factores como la pérdida de hábitat, la cacería, los atropellamientos, la transmisión de enfermedades por fauna feral, entre otros, los gatos salvajes se encuentran amenazados.

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Tigrillo o margay
Es el felino silvestre más pequeño del país, su talla es similar a la de un gato doméstico. A diferencia del ocelote (Leopardus pardalis), especie con la que se le suele confundir, posee una cola más larga, ojos más grandes y cuerpo más esbelto. Cuenta con la extraordinaria habilidad de rotar sus tobillos hasta 180°, lo que le permite descender los árboles con la cabeza hacia abajo, al igual que las ardillas y el cacomixtle (Bassariscus astutus).

En la entidad ha sido detectado en diferentes ecosistemas, gracias a la implementación de cámaras trampa. Además, ejemplares sin vida, víctimas de atropellamientos, han sido hallados al interior de zonas urbanas de Mérida como en Ciudad Caucel. La Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, lo clasifica como una especie en Peligro de Extinción.
Jaguarundi
Es quizá uno de los felinos más desconocidos del planeta. Su tamaño es superior al del tigrillo, y su cuerpo es largo y esbelto, con miembros cortos y cola extensa. Es un depredador nervioso y esquivo, que a diferencia de otros gatos silvestres, tiene hábitos mayormente diurnos. En ocasiones su presencia se asocia a cultivos, en donde suele atrapar a sus presas.
Aunque no se considera en Peligro de Extinción, su estado de conservación se clasifica como Amenazado. Su cara y forma craneal son similares a las de su pariente de mayor tamaño, el puma (Puma concolor). A pesar de que se describe como un auténtico fantasma, y rara vez es visto, posee una amplia distribución que comprende desde el norte de México hasta Sudamérica.
Ocelote
El más grande de los tres felinos que integran esta lista. Habita una amplia variedad de ecosistemas, y se sabe que al igual que el jaguar (panthera onca), no tiene desagrado por el agua como otros de sus parientes. Es un poderoso depredador, que le apuesta al acecho y a su potencia para cazar. Oportunista, se alimenta de prácticamente cualquier animal que se cruce por su camino.

La legislación mexicana también lo clasifica como una especie en Peligro de Extinción, y existe evidencia de su decremento poblacional, debido a la fragmentación de su hogar y a la caza furtiva para su comercialización ilegal. Su presencia se extiende desde el sur de los Estados Unidos hasta la parte sur del Continente Americano.