Más de 67 mil mujeres en Yucatán viven con algún tipo de discapacidad, lo que representa más de la mitad del total de personas con discapacidad en la entidad, según el Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi.
Esta cifra resalta la magnitud de un sector que enfrenta diariamente barreras físicas, sensoriales y sociales que limitan su acceso a la salud, la educación, el empleo y la participación comunitaria.
Las dificultades que enfrentan las mujeres con discapacidad en la Península de Yucatán son diversas y complejas. En el estado de Yucatán, la comunidad de Tahmek destaca por concentrar la mayor proporción de personas con discapacidad, alrededor del 10.9% de su población, y más de la mitad de ellas son mujeres. Las limitaciones reportadas incluyen dificultades para ver, caminar, escuchar, recordar, bañarse o comunicarse, y en muchos casos, las mujeres presentan más de una de estas condiciones.
En el estado de Campeche, 52 mil 259 personas se identificaron como población con discapacidad, representando el 5.6% del total de la población de la entidad. En Quintana Roo, 67 mil 5 personas se identificaron como población con discapacidad, representando el 3.6% del total de la población de la entidad. Aunque los datos específicos para mujeres no están desglosados en los informes disponibles, es evidente que las mujeres con discapacidad enfrentan desafíos similares en toda la región.
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Brechas en educación y atención médica
Uno de los principales impedimentos para las mujeres con discapacidad es el acceso a servicios de salud adecuados. Las barreras arquitectónicas, la falta de personal capacitado y la escasa disponibilidad de equipos especializados dificultan la atención médica. Además, muchas mujeres enfrentan estigmatización y discriminación, lo que agrava su situación.
En el ámbito educativo, aunque ha habido avances en la inclusión, persisten desafíos significativos. La falta de infraestructura accesible, materiales educativos adaptados y personal docente capacitado limita las oportunidades de aprendizaje para estas mujeres. Como resultado, muchas abandonan sus estudios a una edad temprana, perpetuando el ciclo de exclusión.
El acceso al empleo es otro desafío crítico. Las mujeres con discapacidad enfrentan una doble discriminación: por su género y por su condición. Esto se traduce en tasas de empleo más bajas y salarios inferiores en comparación con sus pares sin discapacidad. Las políticas públicas en materia de inclusión laboral han sido insuficientes para garantizar igualdad de oportunidades.
Alta incidencia en violencia de género
Un aspecto alarmante es la alta incidencia de violencia de género que enfrentan las mujeres con discapacidad. En Yucatán, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021, estima que de las mujeres de 15 años y más con discapacidad, el 71.4% experimentó algún incidente de violencia, ya sea emocional, física, económica o sexual. Esta cifra subraya la urgente necesidad de políticas públicas que aborden de manera integral la violencia de género en este sector de la población.
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Iniciativas y avances
A pesar de los desafíos, existen iniciativas que buscan mejorar la calidad de vida de las mujeres con discapacidad en la región. Programas como “Yucatán T-Incluye” han promovido la inclusión laboral, facilitando la incorporación de personas con discapacidad al mercado de trabajo. Además, la implementación de la pensión universal para personas con discapacidad ha proporcionado un apoyo económico crucial para muchas familias.
Campañas de sensibilización, como “Mujeres que inspiran”, han destacado el liderazgo y la capacidad de las mujeres con discapacidad, contribuyendo a cambiar percepciones y fomentar la inclusión social.
Aunque se han logrado avances, aún queda mucho por hacer. Es esencial que los gobiernos federal y estatal implementen políticas públicas más efectivas que garanticen el acceso a la salud, la educación y el empleo para las mujeres con discapacidad. Además, es fundamental promover una cultura de inclusión y respeto, sensibilizando a la sociedad sobre los derechos y capacidades de este sector.