La lluvia no fue impedimento para caminar con Jesús en la Eucaristía y por las calles de la comunidad de Guadalupe Victoria, con la participación de la feligresía procedente de las comunidades de la región.
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La celebración, encabezada por el párroco Javier Can Trejo, fue más emotiva aún, pues a pesar de la lluvia, los feligreses y el cura se mantuvieron firmes en su peregrinar, cubiertos con plásticos y paraguas.
El presbítero explicó que el Corpus Christi es una festividad religiosa propiamente de los católicos, en la que conmemoran la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, es decir, en el pan y el vino consagrados durante la misa.
Se trata, dijo, de la celebración que se realiza en el jueves siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad, es decir, la creencia de que en el pan y el vino consagrados se transforman en el cuerpo y la sangre de Jesucristo, aunque conservan sus apariencias.
Can Trejo elevó oraciones al Creador por el bienestar de todos los candelarenses, y en especial para quienes, a pesar de las inclemencias del tiempo, participaron con fe y devoción acompañando al Santísimo Sacramento.
Actividades similares se realizaron en la comunidad El Pocito, con la participación de los creyentes de aquella región, así como en la parroquia de la Virgen de Candelaria, en la cabecera municipal, con lo cual concluyeron las festividades del Cuerpo de Cristo en el municipio.
JGH
