Las recientes declaraciones de la diputada local Dalila Mata Pérez, en las que afirmó desde tribuna que “en Carmen no hay crisis económica”, desataron una ola de indignación entre comerciantes, empresarios y ciudadanos, quienes consideran ofensivo y desconectado de la realidad su posicionamiento.
Durante una intervención en el Congreso del Estado de Campeche, la legisladora, quien actualmente cumple su segundo periodo consecutivo, aseguró que la situación económica en la isla era estable y que “todos los empresarios ya habían sido pagados” por Pemex. Sin embargo, líderes del comercio organizado y del sector empresarial han salido al paso para desmentirla y acusarla de actuar con negligencia política y oportunismo.
Sergio Martínez Herrera, locatario del mercado público Alonso Felipe de Andrade, lamentó profundamente los comentarios de Mata Pérez, a los que calificó como una “mentira ofensiva”.
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“Ella debería venir y preguntar cómo está la situación de verdad. Nosotros no somos economistas, pero sabemos que la venta está por los suelos. Desde diciembre no levantamos. Cada quincena esperamos un repunte que no llega, y mientras tanto los gastos siguen. Es indignante que alguien que nunca ha caminado este mercado diga que todo está bien”, expresó Martínez.
Criticó también que la diputada no se haya acercado al pueblo más allá de los tiempos electorales y que base sus declaraciones en una visión alejada de la cotidianidad de los ciudadanos. “Lo que dijo es una falacia, una mentira. Y peor aún, pone en riesgo cualquier ayuda que sí estuviera gestionándose porque da una imagen equivocada”.
“Vive en un mundo paralelo”: René Roldán
Por su parte, René Roldán Pérez, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios del Sureste en Carmen, fue más contundente, asegurando que la diputada vive desconectada de la realidad. Consideró lamentable que una representante popular haga declaraciones tan irresponsables
“No sólo demuestra desconocimiento, sino también desprecio hacia quienes de verdad estamos luchando por mantener nuestras empresas a flote. ¿De qué sirve que haya repetido en el cargo si no ha hecho nada en los dos periodos que lleva como diputada?”, cuestionó.
Roldán Pérez recordó que muchos pequeños y medianos empresarios aún no han recibido los pagos por servicios prestados a empresas contratistas de Pemex, lo que ha dejado estragos financieros graves en el sector.
“Ella puede decir que le va bien en su negocio, pero que no generalice. Las mipymes estamos sufriendo, no se nos ha pagado y eso afecta directamente la economía local. Mientras tanto, ella recibe salario, apoyo para gestión y no se ve trabajo alguno. ¿Dónde está su casa de gestión? ¿Qué actividades ha hecho por el distrito?”, dijo.
El empresario también reconoció el pronunciamiento reciente del Consejo Coordinador Empresarial, que envió una carta a la presidenta electa Claudia Sheinbaum exigiendo el pago de adeudos pendientes, y llamó a más empresarios a involucrarse activamente en la vida política local.
Tanto Martínez como Roldán coincidieron en señalar que las declaraciones de Dalila Mata podrían responder a intereses políticos personales, ante versiones de que estaría buscando ser candidata a la presidencia municipal de Carmen.
“Si ya fue diputada una vez y no hizo nada, y ahora que repitió sigue sin trabajar, ¿cómo espera que el pueblo le dé la confianza para gobernar un municipio entero?”
Ambos también recordaron los escándalos que han rodeado a la legisladora, incluyendo el caso judicial que involucra a su esposo, acusado de abuso sexual, situación que —dicen— afecta su credibilidad ante la sociedad carmelita.
Ambos líderes hicieron un llamado a que los representantes populares escuchen al pueblo de manera directa, caminen los mercados, visiten los negocios y se informen antes de emitir juicios desde el confort del Congreso.
“Carmen sí está en crisis, sí hay recesión. Y si la diputada no lo ve, entonces no merece el cargo que tiene. La representación no es para halagar al poder, sino para defender al pueblo”, sentenció René Roldán.
La ciudadanía, por su parte, sigue exigiendo congruencia, empatía y acciones concretas de sus representantes, en lugar de discursos vacíos que solo agravan la desconfianza social hacia la clase política.