La tranquila noche del domingo fue perturbada por un incidente de tránsito en el Centro Histórico de la capital campechana, donde se vieron involucrados un motociclista y una camioneta de la marca Hyundai con placas de la Ciudad de México, cuyo operador fue el presunto responsable de lo ocurrido al no respetar el alto obligatorio entre el cruce de calles, embistiendo a la moto y dejando a su conductor con una leve lesión en la pierna y daños materiales en su vehículo.
El hecho ocurrió alrededor de las 18:00 horas, cuando una familia a bordo de una camioneta con placas foráneas transitaba sobre la calle 61 del Centro capitalino, donde, derivado a su falta de conocimiento de la vialidad local, no frenó para realizar el alto de ley al entrecruzar la calle 12, misma en la que un joven circulaba con preferencia sobre su motocicleta y fue impactado en el costado por el vehículo.
Tras el impacto, los tripulantes de la camioneta descendieron para ofrecerle ayuda al joven, quien de inmediato manifestó dolor en su pierna derecha, por lo que avisaron a las autoridades para brindarle atención lo más pronto posible.
Noticia Destacada
Encuentran otros dos cuerpos putrefactos en Champotón
Poco después, se presentaron elementos de la Policía Estatal en la patrulla 0854, así como paramédicos del Servicio de Atención Médica de Urgencias (SAMU) a bordo de la ambulancia 212, quienes le ofrecieron valoración médica a la víctima, descartando lesiones de gravedad, pero aconsejándole que acuda a un centro hospitalario para una segunda opinión, o de requerirlo, analgésicos por si continuaba con el dolor.
Ante el accidente, los responsables explicaron su situación sin afán de excusarse, ofreciendo en todo momento la disposición de hacerse caso de los gastos requeridos a través de su aseguradora, de la cual no tardó en presentarse un representante para llegar a un acuerdo con el otro involucrado.
Finalmente, el conflicto quedó resuelto en el mismo lugar, resultando el joven con su pierna vendada y la moto con golpes visibles, pero con la garantía de responsabilidad por parte de los responsables del hecho, culminando en una noche fuera de lo planeado, pero afortunadamente, sin nada para lamentar.