Debido a una deficiente organización, la llegada de los autobuses de Toluca y América al Estadio Nemesio Díez se transformó en un auténtico desorden que concluyó con empellones de parte de la policía hacia los seguidores, además de que algunas personas tuvieron que ser atendidas por los servicios médicos.
Desde cuatro horas antes del encuentro, aficionados de los Diablos Rojos y del América fueron congregándose en la puerta de entrada de los equipos en el Nemesio Díez, ubicada en calle Felipe Villanueva.
Numerosos seguidores no poseían boleto para el partido, pero deseaban recibir a su equipo para expresarle apoyo en la Final de este Clausura 2025.
Sin embargo, el trabajo de organización de la Liga MX y el operativo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana fracasó, no lograron poner orden ni organizar el espacio adecuado para la llegada de los autobuses. Esto retrasó incluso el arribo de ambos equipos pues los vehículos no podían pasar entre tanta gente y tuvieron que detenerse para evitar incidentes que lamentar.
Para abrir espacio llegó la policía montada y con sus caballos comenzaron a ejercer presión contra la afición para que se replegaran, el problema es que no había espacio para donde desplazarse porque todo el área estaba ocupada, incluyendo las rampas y accesos al estacionamiento del Estadio. Era un mar rojo y amarillo.
La policía comenzó a usar escudos para seguir replegando a los aficionados. Entre los seguidores había niños y niñas que debido a los empujones comenzaron a llorar.
Para colmo, fueron los propios aficionados los que terminaron por levantar las vallas que debían servir como medida de contención. Si no lo hubieran hecho, más de una persona pudo quedar lastimada.
Cuando llegó el América y debido a que también tardó en entrar, muchos aficionados aprovecharon para gritarles y además aventarles vasos y latas de cervezas que pegaron en las ventanas. Eso sí, desde adentro alguien ponía la mano en la ventana y mostraba su mano con tres dedos en referencia al tricampeonato del equipo azulcrema.
Le web Mediotiempo pudo confirmar que los servicios médicos atendieron a un niño que quedó lastimado por los empujones de la gente. El menor no presentaba lesiones de gravedad, pero fue revisado por precaución.
Los incidentes evidenciaron las fallas en la planeación del evento más importante del futbol mexicano, donde la seguridad de los aficionados debe ser prioridad absoluta para evitar tragedias que empañen el espectáculo deportivo.