El número de víctimas mortales por el incendio en el complejo residencial Wang Fuk Court de Hong Kong ascendió a 128, mientras más de 200 personas siguen desaparecidas, informaron este viernes las autoridades locales.
El secretario de Seguridad, Chris Tang Ping-keung, confirmó que 108 cuerpos fueron hallados en los edificios afectados, aunque advirtió que la cifra podría aumentar conforme los equipos de rescate avancen entre los escombros. “Aún hay 80 cuerpos sin identificar y 200 personas cuya situación no está clara”, precisó.
El fuego, que se desató el miércoles en la torre 8 del complejo ubicado en el distrito de Tai Po, se considera el peor siniestro en Hong Kong en casi tres décadas, afectando a un conjunto de ocho torres de 31 pisos habitadas por unas cuatro mil 600 personas, muchas de ellas de edad avanzada.
Materiales inflamables y fallas en alarmas agravaron la tragedia
Según las primeras investigaciones, la rápida propagación de las llamas se debió al uso de planchas de poliestireno altamente inflamables colocadas en las ventanas durante las obras de renovación del complejo. Estas estructuras provocaron explosiones de cristales y la expansión del fuego por el interior de los edificios.
El director del Departamento de Bomberos, Andy Yeung, reveló que las alarmas antincendios no funcionaron correctamente, lo que impidió que muchos residentes pudieran evacuar a tiempo. “Se trata de una falla grave que tendrá consecuencias penales”, advirtió.
Vecinos y sobrevivientes relataron que no escucharon ninguna alerta y que tuvieron que golpear puertas y ventanas para advertir a los demás del peligro.
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Detienen a ocho personas por negligencia
Las autoridades detuvieron a ocho personas presuntamente vinculadas con la tragedia, entre ellas dos jefes de obra, dos responsables de la renovación, tres subcontratistas y un intermediario, con edades de entre 40 y 63 años.
La comisión anticorrupción de Hong Kong confirmó que los arrestados enfrentan cargos por negligencia grave y violaciones a las normas de seguridad.
Solidaridad y asistencia a las víctimas
Mientras tanto, voluntarios y organizaciones civiles han instalado centros de acopio en plazas públicas del distrito de Tai Po para reunir ropa, alimentos y artículos de primera necesidad destinados a los damnificados.
El gobierno local aseguró que se abrirán refugios temporales y se brindará apoyo psicológico a los sobrevivientes, mientras continúa la búsqueda de desaparecidos entre los restos del complejo residencial.
Este desastre ha conmocionado a la sociedad hongkonesa y reavivado el debate sobre la seguridad en las obras de construcción, donde el uso de andamios de bambú y materiales inflamables sigue siendo una práctica común.
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