Este miércoles, la Iglesia Católica dio inicio a uno de los eventos más solemnes y decisivos de su tradición: el cónclave para elegir al 267º papa de su historia, en sustitución del papa Francisco.
Un total de 133 cardenales electores ingresaron a la Capilla Sixtina del Vaticano, donde permanecerán encerrados hasta alcanzar un consenso sobre el nuevo Sumo Pontífice.
La jornada comenzó a las 16:30 horas (tiempo local), cuando los purpurados partieron en procesión desde la Capilla Paulina, tras una oración oficiada por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.
En su mensaje, pronunciado en latín, Parolin recordó a los presentes su trascendental responsabilidad ante la Iglesia y la necesidad de invocar al Espíritu Santo para guiar la elección del nuevo pastor.
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Encabezada por una cruz procesional, la comitiva recorrió solemnemente la Sala Regia hasta la Capilla Sixtina. Durante el trayecto, los cardenales entonaron la tradicional Letanía de los santos, invocando la intercesión de figuras clave del cristianismo.
El rito continuó con el canto del himno “Veni Creator Spiritus”, y posteriormente, cada cardenal prestó juramento de secreto y obediencia, formalizando el inicio del cónclave.
En la Capilla Sixtina, donde resplandecen los frescos de Miguel Ángel, también se celebrará diariamente la misa De Spiritu Sancto, para pedir inspiración divina durante el proceso de votación.
El cardenal decano Giovanni Battista Re no participa en esta ocasión por exceder los 80 años, límite de edad para votar.
La responsabilidad recae en cardenales activos de todo el mundo, reunidos con la misión de discernir quién será el próximo líder de la Iglesia Católica en tiempos de profundos desafíos morales, sociales y espirituales.
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