El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció su postura frente a Rusia al advertir que impondrá aranceles indirectos del 100 por ciento si no se concreta un acuerdo de paz en Ucrania en un plazo de 50 días.
La amenaza fue lanzada durante una reunión con el nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, celebrada en el Despacho Oval.
“Estoy muy descontento con Rusia”, expresó Trump, visiblemente molesto por la negativa del mandatario ruso Vladímir Putin a cesar los bombardeos en territorio ucraniano.
El líder estadounidense detalló que se trata de aranceles secundarios, es decir, sanciones económicas dirigidas a terceros países o entidades que comercien con Rusia. La intención, afirmó, es presionar indirectamente al Kremlin a través de su red comercial.
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Durante la reunión también se prevé que Trump confirme el envío de sistemas antimisiles Patriot a Ucrania, los cuales serían financiados por la Unión Europea (UE), en un intento por reforzar las capacidades defensivas de Kiev sin impactar el presupuesto estadounidense.
Este anuncio representa un cambio radical en el tono diplomático de Trump respecto a Putin. Al inicio de su mandato en enero, buscaba una vía de acercamiento para resolver el conflicto.
Sin embargo, todo cambió tras una llamada telefónica sostenida el 3 de julio, en la que el mandatario ruso le reiteró que no abandonaría sus objetivos militares en Ucrania.
Trump había evitado hasta ahora establecer montos específicos en sus amenazas, pero su reciente declaración sobre el arancel del 100% refuerza su intención de elevar la presión económica sobre Rusia si no hay avances diplomáticos inmediatos.
La situación plantea un escenario incierto para las relaciones internacionales y para los mercados globales, en un contexto donde las tensiones entre Washington y Moscú escalan con rapidez.
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