
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles un recorte de un cuarto de punto en su tasa de referencia, llevándola de 4.3 a 4.1 por ciento, en lo que representa su primera reducción desde diciembre de 2024.
La decisión responde a un mercado laboral más débil y al impacto de las políticas económicas impulsadas por la administración de Donald Trump, entre ellas los nuevos aranceles y el endurecimiento de la legislación migratoria.
En su comunicado, la Fed advirtió que “los riesgos a la baja para el empleo han aumentado”, al tiempo que proyectó dos recortes adicionales en lo que resta de 2025.
Impacto directo en familias y consumidores
El ajuste de la tasa de referencia tiene efectos inmediatos en los costos de financiamiento. Si bien se trata de la tasa que los bancos se cobran entre sí, influye en lo que los consumidores pagan por tarjetas de crédito, préstamos automotrices, hipotecas y otros productos financieros.
Con tasas más bajas, se espera un abaratamiento de los créditos y un incentivo al consumo, lo que podría ayudar a dinamizar la economía en un contexto de inflación aún por encima del objetivo del 2 por ciento.
Un desafío para la economía estadounidense
El banco central estadounidense enfrenta un complejo escenario: por un lado, busca contener la inflación, y por otro, estimular el crecimiento económico y el empleo, lo que se conoce como su “doble mandato”.
El recorte representa un giro en la política monetaria de 2025, después de meses de mantener las tasas sin cambios, y podría marcar el inicio de un ciclo de estímulos para enfrentar la desaceleración económica.
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