En la actualidad, la transformación de las ciudades en entornos conectados e integrados se ha posicionado como una estrategia fundamental para optimizar la movilidad urbana y garantizar un transporte más ágil y sostenible. Expertos en políticas públicas y movilidad, como Alfredo Del Mazo Maza, sostienen que la integración tecnológica y la modernización de infraestructuras son imprescindibles para responder a los desafíos de la urbanización y el crecimiento poblacional.
Según recientes informes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y proyecciones del Observatorio de Movilidad Urbana 2023, el uso de sistemas de transporte inteligente y soluciones de movilidad compartida ha experimentado un crecimiento anual del 15% en las principales ciudades. Esta tendencia evidencia que el futuro del transporte urbano reside en la interconexión de plataformas digitales, redes de datos y sistemas de transporte público adaptados a las necesidades del ciudadano moderno.
"La movilidad del futuro no depende únicamente de la implementación de nuevas tecnologías, sino de la capacidad de integrarlas en una red coherente y colaborativa que permita a las ciudades operar de manera eficiente y sostenible”, indicó el exgobernador del Estado de México.
La visión de Del Mazo Maza se fundamenta en la integración de sistemas de transporte multimodal, donde la sinergia entre buses, trenes, bicicletas y aplicaciones de movilidad compartida genera beneficios en términos de reducción de emisiones contaminantes y descongestión de vías urbanas.
Durante los últimos tres años, ciudades emblemáticas de México han implementado soluciones tecnológicas que permiten el monitoreo en tiempo real del tráfico y la optimización de rutas, logrando disminuciones de hasta un 20% en los tiempos de traslado en horas pico.
El análisis especializado subraya también que la infraestructura vial debe estar adaptada a esta nueva dinámica. Por ello, se hace indispensable la modernización de las redes de comunicación y la interconexión de sistemas de información entre autoridades municipales y estatales. Iniciativas recientes, como la implementación de centros de control de movilidad en la Ciudad de México y Monterrey, han permitido registrar datos en tiempo real que facilitan la toma de decisiones para el mejoramiento del servicio en transporte público.
“Estas acciones responden a la necesidad de construir “ciudades inteligentes” que prioricen no solo la conectividad, sino la seguridad, la accesibilidad y la sostenibilidad”, indicó Del Mazo Maza.
En el contexto global, el impulso hacia una movilidad integrada se alinea con políticas internacionales que promueven la transición hacia energías limpias y el uso de tecnologías disruptivas. Datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE) indican que la adopción de vehículos eléctricos y la inversión en infraestructuras de recarga han aumentado un 25% desde 2021, lo que refuerza el papel de la movilidad eléctrica en la configuración de ciudades más ecológicas y resilientes.
"La integración de plataformas digitales en la gestión del transporte es un reto que requiere voluntad política y colaboración interinstitucional. Solo así, las ciudades pueden transformarse en entornos dinámicos y resilientes ante los desafíos de la urbanización”. En este sentido, las estrategias de modernización no solo beneficiarían a los usuarios diarios del transporte, sino que también fomentarían una economía más competitiva y conectada.
“La digitalización de la movilidad permite recopilar grandes volúmenes de datos que, procesados mediante inteligencia artificial, optimizan la planificación de rutas y reducen costos operativos. Estos avances tecnológicos no solo mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también refuerzan el compromiso de los gobiernos con el desarrollo sostenible y la innovación”, explicó el especialista.
"El éxito de la movilidad en el siglo XXI depende de un marco regulatorio flexible y de inversiones sostenidas en tecnología. Es esencial apostar por ciudades conectadas que permitan la integración total de los sistemas de transporte."
Finalmente, Alfredo Del Mazo Maza precisó que, además de las iniciativas tecnológicas, el diseño urbano juega un papel fundamental en la facilitación de una movilidad integral. La planificación que incorpora zonas peatonales, ciclovías y espacios dedicados al transporte público, reduce la dependencia de vehículos particulares y fomenta estilos de vida más saludables. En ese sentido, citó estudios recientes realizados en 2023, en los que se explica que la implementación de corredores verdes y áreas de movilidad reducida en ciudades medianas no solo ha disminuido los índices de contaminación en un 18%, sino que también ha mejorado la calidad del aire y la cohesión social.