Después de casi dos meses de suspensión de actividades, la mayoría de las escuelas de nivel básico en Quintana Roo reabrirán sus puertas el lunes 28 de abril, tras la decisión del Comité Central de Lucha Magisterial (CCLM) para levantar el paro a pesar de no alcanzar acuerdos con el Gobierno estatal. La excepción será el municipio Felipe Carrillo Puerto, donde los docentes acordaron mantener la huelga por tiempo indefinido.
El vocero del CCLM, Xavier Méndez Eslava, anunció la conclusión del movimiento en gran parte del estado y la entrega simbólica de las instalaciones de la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ) que se mantenían tomadas como parte de la protesta iniciada el pasado 28 de febrero.
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De mil 905 escuelas de educación básica en la entidad, mil 885 retomarán clases. La SEQ tiene registrados más de 24 mil docentes y 341 mil estudiantes en ese nivel, además de 77 mil 233 alumnos de educación superior.
A lo largo de la semana, los comités de lucha magisterial municipales realizaron asambleas para evaluar el rumbo del movimiento. En al menos cuatro demarcaciones —dos del norte y dos de la zona maya— se manifestaron opiniones divididas, pero finalmente sólo Felipe Carrillo Puerto decidió mantener el paro, considerando sumarse al movimiento nacional el próximo 15 de mayo.
El movimiento no ha cesado
Leticia Cauich, presidenta del Comité de Lucha en Benito Juárez, aclaró que la decisión de retornar a las aulas responde a la necesidad de recuperar el ritmo académico y preparar la evaluación del tercer trimestre, fundamental para que los alumnos mantengan beneficios como becas y trámites escolares; sin embargo, advirtió que el regreso a clases no implica el fin del movimiento.
“Vamos a reforzar las clases en estos días, pero el 15 de mayo nos unimos al paro nacional, esta vez con toda la base trabajadora del país, no sólo los que cotizan al ISSSTE”, subrayó Cauich.
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El objetivo del movimiento a nivel nacional será abrogar la Ley del ISSSTE de 2007 y restablecer un sistema de pensiones solidarias. Con esta nueva etapa de movilización, el magisterio busca ejercer mayor presión a nivel federal.
Aunque el regreso a clases representa una normalización parcial, la inconformidad de los docentes continúa latente.
La falta de acuerdos con las autoridades estatales, sumada a la convocatoria a un nuevo paro en mayo revela que las causas estructurales del conflicto permanecen sin resolverse. El regreso es momentáneo; la lucha magisterial sigue en pie, señalaron.
