Quintana Roo

Descubren dos nuevas especies de cocodrilo en la Península de Yucatán

Especialistas lograron determinar diferencias genéticas entre las dos nuevas especies y el cocodrilo de río (Cocrodylus acutus).
Mediante análisis genéticos se logró determinar que las dos nuevas especies no son variantes del cocodrilo de río / Especial

Un nuevo estudio publicado en la revista Molecular Phylogenetics and Evolution, ha dado a conocer la existencia de dos nuevas especies de cocodrilo en México, cuyas poblaciones se distribuyen en la isla de Cozumel y en Banco Chichorro, ambos sitios ubicados en el estado de Quintana Roo.

De acuerdo con la agencia de noticias Europa Press, los nuevos hallazgos desafían todo lo que se conocía sobre el cocodrilo de río (Cocrodylus acutus). La importancia de la investigación, radica en la diferenciación, ya que se pensaba que los saurios que habitan esas zonas del país eran variantes de una especie conocida.

El autor principal del trabajo científico, Hans Larsson, docente de la Universidad de McGill, ubicada en Montreal, Canadá, alertó mediante un comunicado, que la biodiversidad está desapareciendo a un ritmo mayor al que se le pueden descubrir. Además, informó que la investigación tiene por objetivo descubrir la variedad de cocodrilos en esas islas aisladas.

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¿Cómo lograron descubrir a las nuevas especies?

Fue mediante el análisis de secuencias genéticas, comparando cocodrilos del Caribe, Centroamérica y la costa del Pacífico mexicano, que se lograron encontrar destacables diferencias. Lo anterior llevó a los investigadores a determinar que las poblaciones de estos reptiles no eran variantes de Cocrodylus acutus.

“Asumimos que Crocodylus acutus era una sola especie que se extiende desde Baja California hasta Venezuela y por todo el Caribe. Nuestro estudio es el primero en explorar exhaustivamente la variación genómica y anatómica en estos animales”. comentó José Ávila-Cervantes, exalumno de posgrado de Larsson, titular del estudio.

Aunque las dos nuevas especies aún no han sido identificadas, el hecho de que ya aparezcan en el radar, es de gran relevancia para la conservación. El número limitado de ejemplares y el tipo de hábitat en donde se desarrollan, podrían representar factores que pongan en riesgo a los recién descubiertos.