Chetumal. – Una ciudadana de Chetumal pide ser atendida de manera urgente en la clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de la ciudad, toda vez que tras ser sometida a una cirugía a principios de año, aún padece las consecuencias de dicha intervención médica debido a que la operaron mal y, hasta el momento, no ha podido llevar rehabilitación, ya que los metales que le colocaron se mueven de lugar.
De acuerdo con la señora Lizbeth Millán Vitorin, ella fue sometida a cirugía durante los primeros días de enero tras haber sufrido una caída en su casa que dejó como resultado la ruptura de su rótula en tres partes, por lo que fue trasladada de emergencia a la clínica del ISSSTE de la ciudad capital, de donde salió el día 06 de enero, aunque tuvieron que regresar al día siguiente a buscar la férula que necesitaba para su recuperación.
Al respecto, como toda cirugía, la señora requería revisión un tiempo después para que el doctor que la operó se asegurara de que se encontraba en buen estado su pierna y que estaba teniendo una buena evolución, por lo que fue citada para el mes de febrero, sin embargo, al acudir a su cita no fue atendida porque el doctor se encontraba ocupado, de modo que la citaron para el mes de marzo.
En ese sentido, en marzo tampoco fue atendida, porque, de nueva cuenta, el doctor se encontraba ocupado cuando acudió a su cita, por lo que fue citada para el mes de abril, no obstante, tampoco pudo entrevistarse con el doctor porque no lograron localizarlo en la clínica, y lo único que le recomendaron fue guardar reposo. Sin embargo, para el mes de mayo la señora Lizbeth se percató de que los metales que le colocaron durante la cirugía empezaron a saltarse, lo cual le ha complicado mucho la movilidad, por lo que requiere de una andadera para poder valerse por sí misma, además de que tuvo que suspender la fisioterapia por temor a que se le abriera la piel.
Ante esta situación, ella nuevamente recurrió a la clínica del ISSSTE y le dieron cita para el 16 de julio, sin embargo, esa fue la última cita que tuvo, ya que desde entonces se encuentra esperando para ser atendida, toda vez que su cita del mes de septiembre la reagendaron para octubre, y pocos días antes de que se llegara la cita, le avisaron a su esposo que fue reagendada para noviembre.
Cabe mencionar que esta situación ha mermado sobremanera la calidad de vida de la afectada, debido a que caminar resulta todo un calvario para ella, y no sólo eso, sino que ni siquiera puede utilizar cualquier prenda de vestir porque el simple roce con su rodilla le lastima, al grado de que no puede ni cubrirse con una sábana delgada; además, pasa muchas noches sin dormir por las molestias que la mala operación le generan.
Por lo que la señora Lizbeth hizo un llamado a las autoridades para que volteen a ver su caso y le brinden la atención médica que necesita a la brevedad posible.