La violencia que se agudiza en esta ciudad ha obligado a muchos negocios a bajar sus cortinas. Aunque no hay cifras oficiales, comerciantes calculan que 200 cerraron y abandonaron el destino turístico. Los casos no son denunciados por miedo a represalias y pérdida de confianza en las autoridades, comentaron algunos ciudadanos.
Comerciantes establecidos en la zona turística indicaron que el escenario es adverso para la economía, el sargazo es temporal, pero el clima de violencia cada vez se agudiza y no ven acciones contundentes para detenerlo. “No sabemos qué está pasando con las autoridades, pero con este clima ya no se puede seguir”, expresó Armando Aguilar Santos.
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Refirió que sobre la 10 Avenida han cerrado muchos establecimientos, desde venta de comida, artesanías y tiendas de abarrotes. “Hoy luce la zona abandonada, sólo se aprecian anuncios de renta de los locales; sin embargo, la gente ya no se atreve por este escenario tan violento de los últimos años”, expresó.
Andrés Nolasco Mendoza, comerciante, subrayó que en Playa del Carmen 200 negocios se vieron obligaros a cerrar sus puertas luego de ser amenazados a pagar “derecho de piso”. “¿Trabajar para los delincuentes y, de paso, pagar impuestos, más la otra extorsión de los fiscales?, no se puede seguir con un negocio, no hay ganancias. Además, si no pagas te expones a sufrir las consecuencias, bajo ese escenario es mejor cuidarse”, dijo.
Aseguró que en destino se acabó la tranquilidad, no hay paz, ni libertad para emprender. “Esta situación está empeorando en todo el país, mientras no se tengan Gobiernos firmes que cierren esas válvulas a los criminales, será imposible estar en paz. Al Gobierno en turno no le interesa hacer frente a los delincuentes, lo está demostrando con su actitud”, agregó.
Comentaron que hay personas interesadas en invertir en un negocio, pero luego, al saber que muchos han cerrados sus puertas por la ola criminal, terminan decepcionados, porque primero está la familia y nadie se va a arriesgar.
Agregaron que sobre la 10 Avenida, muchos comercios cerraron sus puertas y los pusieron en renta pero llevan muchos años en ese estado, ya que nadie se atreve a desafiar a los delincuentes.
