Cinco hombres lograron salir con vida luego de que la embarcación en la que viajaban se volcara repentinamente frente a las costas de Punta Solimán, al norte de la zona costera de Tulum. El incidente movilizó a los cuerpos de emergencia, aunque no se reportaron lesiones de gravedad.
Según los primeros reportes, los hechos ocurrieron la tarde de ayer, y la embarcación que opera como parte de los servicios turísticos del hotel “Jashita”, se encontraba en altamar realizando un recorrido cuando fue sorprendida por una fuerte ola que provocó su volcadura. Los ocupantes, todos hombres adultos, cayeron al agua pero lograron nadar hasta la orilla por sus propios medios.
Una vez en tierra, elementos de Protección Civil de Tulum acudieron al sitio para prestar auxilio. Cuatro de los involucrados fueron valorados y no presentaban heridas de consideración, mientras que uno de ellos fue atendido por una lesión leve en una extremidad y recibió un vendaje sin requerir traslado médico.
Hasta ahora no se ha confirmado la identidad de los afectados, ni si se trataba de turistas hospedados en el hotel o trabajadores del mismo. Autoridades municipales informaron que se está recopilando la información correspondiente para determinar las causas exactas del accidente y verificar si la embarcación cumplía con las condiciones de seguridad establecidas para operar.
Punta Solimán es una zona frecuentada por visitantes que buscan experiencias turísticas exclusivas, como paseos en lancha, esnórquel y recorridos privados en áreas menos saturadas del Caribe mexicano. Sin embargo, las condiciones marítimas pueden cambiar de forma abrupta, lo que representa un riesgo si no se cuenta con medidas preventivas adecuadas.
Protección Civil exhortó a los prestadores de servicios náuticos a reforzar las medidas de seguridad, revisar las condiciones climáticas antes de zarpar y asegurarse de que las embarcaciones estén equipadas con chalecos salvavidas y dispositivos de comunicación en caso de emergencia.
El incidente no dejó consecuencias mayores, pero encendió las alertas sobre la necesidad de mayor vigilancia en los servicios turísticos marítimos, especialmente durante la actual temporada de lluvias y oleaje elevado en el litoral quintanarroense.
