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Yucatán

Mayas operaron hasta 200 hornos de cal sustentables

Entre los años 700 al 950 d.C. los mayas tenían en esta región al menos 200 hornos de cal subterráneos que trabajaban de manera amigable con el medio ambiente, es decir, sustentable. Además de estos había otros en forma de pira que eran menos estables, aunque prácticamente se carece de vestigios arqueológicos de ellos, dijo ayer Soledad Ortiz Ruiz, doctora en Estudios Mesoamericanos de la UNAM.

Entrevistada en el marco del Sexto Simposio de Cultura Maya Ichkaantijoo, que comenzó ayer en las instalaciones del Inah, la Dra. Soledad Ruiz dijo textualmente:

-Vamos a presentar los primeros resultados de la datación que se ha realizado de los hornos de cal en la región norte de Ichcanzihoo.

-¿De qué época son?

-Los datos que tenemos hasta este momento nos indican que son del Clásico Tardío Terminal, más o menos entre el 700 al 950 después de Cristo.

—¿Esos hornos de cal con qué trabajaban?

-Con piedras y árboles. Calcinaban la piedra al interior de una estructura subterránea calentada con leña. Como si se hiciera un pib, pero a gran escala.

-¿Para qué usaban la cal?

-La usaban para el estuco, toda la pintura mural también de ahí viene, y todo el material constructivo, el cementante que se utilizaba en las construcciones, deriva de la cal.

-¿Cuántos hornos han encontrado?

-Hasta ahorita en esta región llevamos 23, en un total más o menos de 200 en todo Yucatán.

Una tonelada en cada calcinación

-¿Y qué capacidad de producción tenían?

-Al parecer muy buena, hay un compañero que hizo un estudio de la cantidad de cal necesaria, y se obtiene casi una tonelada de cal en cada calcinación, que se hacía más o menos en forma estacional, cada 6 meses. Durante la época de secas se quemaba la cal y se dejaba hidratar al interior de los hornos y era utilizada después.

Eran como ciclos de producción de cal durante la cual se calcinaba, se apagaba o hidrataba y se dejaba limpia y lista para ser utilizada. Y se hacía dos veces al año.

-Doctora, a la producción de cal para adornar los edificios le han echado la culpa de la caída de la civilización maya, supuestamente porque talaron demasiado sus bosques para hacerla.

Dos procesos

-Sí. Lo que pasa es que hay dos procesos de producción de cal: uno puede ser la pira a cielo abierto, donde sí se pierde muchísima materia prima y sí necesitas muchísima cantidad de madera para lograr la calcinación. Pero los hornos al parecer son más sustentables, hasta cierto punto utilizas la materia prima para la quema, obtienes casi la misma cantidad de cal, entonces no pierdes. En cambio en la pira pierdes un 30% entre materia prima y malas calcinaciones, y al interior del horno al parecer solo perdemos el 10%.

-¿Las piras fueron anteriores al horno?

-No, al parecer conviven los dos sistemas. El problema es que el sistema de pira es muy efímero, o sea, no deja la huella en el registro arqueológico, y en cuanto a los hornos son muy escasos los que hemos encontrado, todavía nos falta.

-¿O sea que para la cantidad de material que se usó debe haber habido muchas piras?

-Exactamente, muchas piras y muchos hornos.

-¿Cuál es la conclusión entonces, afectó en la caída de la civilización maya o no afectó este proceso de las piras y los hornos de cal?

-No. Ahora con la investigación que hemos estado realizando hemos concluido que los mayas conocían a la perfección su materia prima y lograban hacer procesos productivos muy estables. Alcanzan una temperatura estable al interior de los hornos, muy homogénea, logran la calcinación adecuada y esto permite hacer una producción más amigable.

Usan la materia prima que necesitan y obtienen el material que necesitan, al menos en los hornos. Es lo que hemos visto. Y otro punto es que con las dataciones que hemos estado implementando hemos encontrado que la tecnología sobrevivió hasta inicios de la colonia. No sabemos qué pasó después. O sea, en el período colonial todavía nos falta ver este salto en la tecnología pero los hornos seguían siendo utilizados.

-¿Con qué tipo de material armaban los hornos? Porque para eso actualmente se utilizan bloques refractarios.

-Ellos los armaban con piedra caliza.

-¿No se quemaba?

-No.

-¿Por qué? ¿Qué tipo de piedra caliza ponían en las paredes?

-Es que hay diferentes tipos de piedra caliza que son más duros por la presencia de otros minerales, y la que tiene un 95 % de calcio, que es más suave, más deleznable, que es la que se calcina.

-O sea, que ellos conocían la composición de los materiales.

-Sí, las paredes eran hechas de una piedra más dura.

-¿A qué temperatura lograban la cal?

-Utilizaban entre 750 y 850 grados.

-¿Y cómo la lograban? Porque tiene que tener ventilación en el horno.

-Por el acomodo de las piedras. O sea, se creaba un sistema de ventilación al estibar la madera, y las piedras también creaban ventanas que permitían la ventilación del aire. Y también al parecer por los datos que tenemos, los hornos también estaban orientados de tal forma que cuando corriera el aire tuviera una mejor entrada y circulación del mismo.

-¿Tenían una entrada de aire abajo o los abanicaban desde arriba?

-No, al orientar la estructura tú tienes una corriente de aire continua que alimenta el horno, y cuando se crean las ventanas con la piedra y la madera para hacer el proceso de combustión, el aire va circulando.

-¿No será que ellos chiflaban y les llegaba el aire, como hacen los niños cuando quieren elevar sus papagayos?

-Podría ser.

-¿O es probable que la misma temperatura jalara el aire circundante?

-Sí, así funcionan.

-¿Dónde nació usted y dónde estudió?

-Nací en Chocholá, Yucatán. Hice la licenciatura en Mérida, la maestría en Michoacán y el doctorado en el Distrito Federal.

(Roberto López Méndez)

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