Pilar Faller Menéndez
Hoy en día un gran número de personas, incluidos profesionales, se refieren a discapacidad e incapacidad como si los dos términos significaran los mismo, y no, no significan lo mismo. Aquellas personas que se encuentran en una situación de minusvalía o incapacidad deben también conocer la diferencia de estos dos términos sobre todo cuando deben solicitar el reconocimiento de su grado de discapacidad.
La evolución del concepto de incapacidad que ha sufrido en veinte años, así como su relación con otros términos que hacen referencia a alteraciones de estado de salud, la confusión más frecuente es la de utilizar “discapacidad” como sinónimo de “incapacidad”. Sin embargo, en el ámbito laboral, social y legal sí existen diferencias, y éstas pueden empezar a definirse en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, en la que Discapacidad se define como la cualidad de discapacitado, entendiéndose como tal “Que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades cotidianas consideradas normales, por alteración de sus funciones intelectuales físicas”.
La incapacidad en cambio, es un “Estado transitorio o permanente de una persona que, por accidente o enfermedad, queda mermada en su capacidad laboral,” e incluso existe una definición específica de la Incapacidad laboral, que es “Situación de enfermedad o de padecimiento físico o psíquico que impide a la persona de manera transitoria o definitiva, realizar una actividad profesional y que normalmente da derecho a una prestación de la Seguridad Social”
El certificado de discapacidad, puede obtenerse en las Unidades de Medicina del Seguro Social, lo cual permitirá que la persona con discapacidad no tenga un impedimento (dependiendo del grado de discapacidad que tenga) para el desempeño de un trabajo y de su contratación, la cual resulta ventajosa en términos fiscales de la empresa que los contrata
Al referirnos a discapacidad, es reconocer que la persona tiene una minusvalía física, psíquica o sensorial, por lo que es necesario saber que cuando nos referimos a discapacidad, estamos reconociendo en la persona las minusvalías mencionadas anteriormente y que son reconocidas por el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Una Incapacidad Permanente, en la que se trata de algún trabajador que sufre una lesión o enfermedad que le impide realizar una actividad laboral de manera permanente, no es lo mismo que una minusvalía. El modelo médico de la incapacidad, considera que ésta es un problema personal que es causado directamente por una enfermedad, un trauma u otras condiciones de salud, en las cuales pueden requerirse cuidados médicos prestados en forma de tratamiento individual por profesionales, para conseguir ya sea la cura o una mejor adaptación de la persona.
El ser discapacitado no es lo mismo que encontrarse con una persona que se encuentre en incapacidad, entre muchas diferencias, estriba los trámites, reconocimientos y beneficios que reciben las personas.
En conclusión y para no seguir confundiendo los términos, INCAPACIDAD se deriva de la relación entre las condiciones de salud de la persona y el trabajo, y la DISCAPACIDAD proviene de la relación entre dichas condiciones de salud y el medio ambiente en el cual la persona desarrolla su vida. Se puede definir de una situación que se desarrolló de una manera involuntaria e imprevista, que por naturaleza limitan la incorporación laboral de todos los individuos que la padecen ya que no tienen la capacidad de realizar todas las tareas. La INCAPACIDAD LABORAL, es la situación de un trabajador, que de una forma involuntaria e imprevisible, le sobreviene realizando una tarea una disminución o anulación de su capacidad laboral.