Los rellenos ilegales qué particulares realizan en las ciénegas del puerto de Progreso, a fin de invadir terrenos, avanzan sin parar, y aunque las autoridades han tratado de controlar la situación, quienes se dedican a esa actividad simplemente hacen caso omiso y continúan sin que se les ponga un freno.
En zonas de Chicxulub Puerto, como las que están cerca de la primaria Andrés Quintana Roo, varios asentamientos irregulares han sido clausurados por las autoridades ambientales, pero los invasores simplemente regresan días después, violan sellos y continúan rellenando la ciénega para luego construir y apoderarse de los espacios.
Estas acciones han causado la destrucción de una gran cantidad de ejemplares de mangle, así como el desplazamiento de especies animales, las cuales al ver destruido su ecosistema migran a otros sitios, rompiendo el equilibrio natural.
Vecinos de los espacios invadidos manifiestan su enojo precisamente por las graves afectaciones que se dan cuanto a lo ecológico.
De acuerdo con lo que se averiguó, al parecer quienes realizan estos actos son familias que no tienen hogar, y que llegan a la ciénega y la rellenan con escombro a fin de construir viviendas. Además de los casos de Chicxulub, también se han reportado en Chuburná Puerto.
Las familias llevan a cabo el relleno de espacios con alrededor de 300 metros cuadrados de humedales, y aunque aseguran que no se dañaron ejemplares de mangle, cambia radicalmente el flujo de agua en esos sitios, lo que afecta directamente con la fauna, dañando de gran forma la zona de humedales.
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En Chuburná, los habitantes denunciaron que sus “nuevos vecinos” realizaron el relleno hace unos días, lo cual fue en pocas horas, ya que ingresaron al sitio con volquetes de escombro, el cual se vació y esparció, para luego esas personas levantar sus viviendas de cartón y habitarlas de inmediato.
Además, hace poco hubo un pleito entre la gente de la zona. Una mujer grabó en video la entrada de volquetes que iban a rellenar algunas zonas, reportó los hechos ante las autoridades y se logró evitar la instalación de los invasores. Sin embargo, más tarde la familia de la quejosa se apropió de tales terrenos.
Lo peor viene después, pues al ser sitios no municipalizados, las personas no cuentan con servicio de recolección de basura y arrojan sus desperdicios en cualquier lado, causando contaminación y más afectaciones a la ecología.
