
Indígenas mayas denunciaron que siguen padeciendo el despojo de sus tierras, una problemática que arrastran desde la Guerra de Castas, que comenzó en 1847, debido a la desigualdad social y la explotación.
“Este mes de julio se cumplen 178 años de la rebelión de nuestros abuelos mayas y seguimos sufriendo el robo de tierras”, dijo el excomisario de Sahcabá, Simón Ku Ek, a EFE, quien junto con otros ejidatarios contrademandaron a empresarios que los acusan del supuesto despojo de 120 hectáreas que, alegan, son suyas.
Aunque han demostrado con documentos que esas tierras pertenecen a 371 campesinos de Sahcabá, comisaría de Hocabá, los afectados acusaron que los empresarios “nos quieren robar, no acatan la orden del Tribunal Unitario Agrario”.

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El despojo agrario sigue vigente
El caso ya lleva siete años, pese a que un tribunal dictó sentencia favorable para los ejidatarios, pero los empresarios se ampararon y el litigio sigue por lo que los indígenas no pueden sembrar.
La problemática no se limita a este lugar, ya que otras 340 personas del ejido Cinco Colonias de Mérida interpusieron hace cinco años una demanda por el despojo de 18 hectáreas en la capital yucateca.
“También tenemos pendiente el pago de 204 hectáreas que nos expropiaron para construir el aeropuerto de Mérida”, aseguró don Faustino Mena Crespo, comisario del ejido Cinco Colonias.
Manifestó su confianza en que las autoridades correspondientes resuelvan los casos de despojo.
“Ya entregamos copias de las denuncias que interpusimos, porque el Instituto de la Vivienda de Yucatán (IVEY) promovió hace años la invasión de 18 hectáreas en la colonia Roble Alborada, donde otorgaron lotes con escrituras sobre las nuestras”, aseveró.
Denuncias anuales por robo de tierras
El abogado Luis Antonio López confirmó que anualmente se registran decenas de denuncias por despojo y robo de tierras, no sólo en Mérida y Sahcabá, sino en Conkal, Ucú y otras comisarías de la península y zonas costeras.
“Los empresarios y gente foránea se aprovechan de la ignorancia de los campesinos mayas”, explicó el litigante.

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Lamentó que gente sin escrúpulos utilice lagunas de la Ley Agraria y se aprovechen de grandes extensiones de terreno que compran a precios risibles a los indígenas para luego revenderlas al triple de su valor.
“Urge frenar a los especuladores, las tierras mayas de Yucatán, Campeche y Quintana Roo están desapareciendo con el consentimiento de las autoridades agrarias”, advirtió.
La rebelión de La Guerra de Castas, que comenzó en julio de 1847 y terminó en 1901 entre los mayas Cruzo’ob contra los criollos y mestizos se debió a los abusos y despojo de tierras, “pero eso no ha cambiado nada”, aseveró el abogado.