Alejandro Martínez Mireles y Valeria Valdés llegaron rebosando de alegría de Monterrey, porque después de varios meses de planeación, por fin podrán cumplir un sueño anhelado: sellar su compromiso matrimonial en esta ciudad, rodeados de familiares y amigos.
La ceremonia se realizó ayer por la tarde en la rectoría El Jesús (Tercera Orden), ceremonia a la que asistieron poco más de 50 amigos en común, que estuvieron llegando días antes para acompañarlos y fungir como testigos de este significativo compromiso, luego de un largo período de noviazgo.
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Alejandro comentó que es un ferviente admirador de la cultura maya, desde que visitó como estudiante las zonas arqueológicas de Chichén Itzá y Uxmal; por ese motivo, antes de la ceremonia religiosa y con el merecido respeto a los habitantes de la Península de Yucatán, se hizo una ceremonia maya.
Una ciudad tranquila
“Mérida es una ciudad muy noble y leal, como dice su escudo de armas, pero ante todo muy segura, tranquila, donde las personas pueden caminar por las calles del Centro Histórico de manera segura y sin preocupaciones”, señaló. Por eso decidieron que la ceremonia religiosa se efectuara aquí, donde sus habitantes se reúnen en la plaza principal, que rara vez está desierta.
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Basta con sentarse en una de las bancas para que las personas que se encuentran en ellas saluden y busquen un intercambio de palabras y experiencias, manifestaron.
