Sólo cuatro días restan para la celebración de la Virgen de Guadalupe en la parroquia de San Cristóbal en Mérida, y se intensifica el movimiento en las inmediaciones del recinto religioso. Fieles locales, antorchistas e integrantes de la congregación se alistan para la magna celebración mariana, el próximo viernes 12.
Mientras cientos de visitantes circulan y visitan el templo, las expectativas para el gran día por parte de la administración de la iglesia son grandes. El padre Père Michel Corteville, encargado del templo, indicó que este será su primer año presenciando esta festividad en Mérida, por lo que espera gran congregación de fieles que acudan a mostrar su devoción en los próximos días.
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“Lo positivo para mí es un gran descubrimiento, aunque ya conozco México, para mí es ver una gran advocación mariana de gran importancia entre la población yucateca. Yo soy francés y los franceses somos más fríos, menos demostrativos, así que me hace mucho bien ver este tipo de devoción”, explicó el párroco.
En cuanto al arribo de los fieles, señaló que, desde hace dos semanas el templo ha sido el punto de encuentro de cientos de peregrinos que vienen de diferentes municipios, así como de estados vecinos e incluso de otras regiones de la República. “Es un sinfín de llegadas de peregrinaciones de muchas parroquias de Mérida, a veces fuera de Mérida, a veces gente de todo Yucatán o también grupos, calles, colonias, asociaciones, trabajadores, dependencias u hospitales que vienen con su gente y es un gusto ver cómo conviven entre ellas”.
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Entre los peregrinos más longevos que acudieron este año a la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe está José Carlos Ceh Moo, originario de Chalma, Estado de México, quien ha recorrido más de mil 700 kilómetros hasta Mérida, cumpliendo su promesa peregrina como lo ha hecho durante los últimos 19 años. El hombre, con ascendencia yucateca, relató que su viaje es una forma de agradecimiento a la Virgen, así como a los dos estados que lo vieron nacer.
Al ser este su último año realizando este recorrido, ya que el esfuerzo ha hecho mella en su cuerpo, pero no en espíritu, compartió que el principal desafío de su travesía suele ser la falta de empatía de los conductores en las carreteras que ha recorrido. Por eso, hizo un llamado a la población para recordarles que todavía hay antorchistas y peregrinos que se encuentran en ruta para cumplir su promesa y deben ser cuidados, porque hay una familia que los espera.