Lo que debía ser una tarde de música, jarana y convivencia en honor a San Bartolomé en Texán Palomeque, comisaría de Hunucmá, terminó con un inesperado hecho que conmocionó a los asistentes.
Durante la celebración del gremio de albañiles, José Ek Baas, de 53 años de edad, se desplomó repentinamente en plena fiesta. Testigos relataron que comenzó a sentirse mal y, de inmediato, se solicitó la presencia de paramédicos, quienes le proporcionaron los primeros auxilios; sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, el vecino ya no respondió.
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El repentino deceso obligó a interrumpir el festejo. La música cesó y los presentes guardaron silencio, en medio de la consternación y las muestras de apoyo hacia la familia. Minutos después, y tras la intervención de las autoridades correspondientes, los organizadores decidieron reanudar la celebración.
Algunos asistentes indicaron que el ambiente festivo volvió a imponerse, mientras que otros consideraron inapropiado continuar en medio del luto. La frase popular “el muerto al pozo y el vivo al gozo” comenzó a circular en el pueblo, un reflejo de la manera como muchos interpretaron lo que ocurrió.
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Por su parte, los encargados del gremio aclararon en un comunicado que el incidente ocurrió antes del inicio oficial del programa de actividades y que en todo momento se respetaron los protocolos para atender la emergencia.
El fallecimiento de Ek Baas generó sentimientos encontrados entre los habitantes de Texán Palomeque: por un lado, el dolor de su familia y allegados; por otro, la continuidad de una tradición que, como suele decirse en Yucatán, “ni la huesuda logra detener”.