HOPELCHEN, Cam., 6 de enero.- La producción de maíz de la región norte del municipio está siendo acaparada por los intermediarios o “coyotes” que están pagando entre 3 mil 700 y 3 mil 400 la tonelada del grano.
Lo anterior lo aseguraron Gerardo Tzacum Uc, de la villa de Bolonchén de Rejón y José Antonio Cauich Aké, vecino de la comunidad de Katab. Ambos contrataron Seguro Agrícola y ello les va a permitir recuperar parte de la inversión, ya que la producción de maíz no fue buena en este ciclo agrícola Primavera-Verano 2019.
Tzacum Uc señaló que trabaja en un predio denominado Xboocan y lo hace junto con 20 de sus compañeros en una superficie de 300 hectáreas.
Destacó que la siembra fue “atrasada” y les llovió oportunamente y estima que el rendimiento por hectárea será de 3 toneladas, sin embargo, el desaliento fue evidente, ya que el grano está siendo comprado por los intermediarios o “coyotes” que llegan ofreciendo a 3 mil 700 pesos por tonelada y venden porque tienen que pagar créditos y argumentan que el programa “Precio de Garantía” del Gobierno Federal no está dando resultados por las condiciones que ponen para comprar la gramínea.
“Las intenciones del Gobierno Federal son buenas pero las buenas intenciones no bastan para apoyar a los hombres del campo que no sólo tienen que luchar para hacer producir la tierra sino también buscar los mercados para comercializar su producción, las exigencias de la empresa Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) son muchas y difíciles de cumplir”.
Abunda que una de las maneras de apoyar a los hombres del campo es aprovechar la infraestructura ociosa como lo son los silos que se encuentran a escasos kilómetros de esta villa sobre la carretera federal Campeche-Mérida. Dijo desconocer por qué los silos dejaron de funcionar, pero la inversión fue muy importante y es por ello que se debe utilizar, ya que desde hace 4 años sólo se está deteriorando.
En similares términos se pronunció José Antonio Cauich Aké, vecino de la comunidad de Katab, quien lamenta haber perdido gran parte de su inversión porque los rendimientos por hectárea fueron muy bajos y hasta el momento sólo está captando entre 250 y 350 kilos.
Solo el pago de la trilladora representa una inversión de 750 pesos y a ello hay que sumarle el acarreo hasta la comunidad; esta situación es aprovechada por los “coyotes” que compran en promedio a 3 mil 400 pesos la tonelada.
Añadió que éste es el segundo año que le va mal en su predio, afortunadamente contrataron Seguro Agrícola, lo que les permitirá recuperar parte de la inversión, pero no será suficiente y al igual que en el 2018 se quedarán con los brazos cruzados para el ciclo Primavera-Verano 2020.
Se dijo dispuesto a seguir trabajando la tierra, ya que es lo que aprendió de sus padres y abuelos y el maíz es un cultivo tradicional que permite contar con el grano para el consumo, pues mientras que en la mesa no falte el frijol y la tortilla, la vida sigue adelante y no hay que perder las esperanzas de obtener una buena cosecha.
Ambos coinciden en señalar que es necesario revisar los esquemas del apoyo al campo del Gobierno Federal y Estatal, ya que muchos incentivos se han ido perdiendo y hay que impulsar no solo la producción para el consumo familiar sino también para tener productividad y con ello tener excedentes para vender, ya que los campesinos dependen de su trabajo para sacar adelante a sus familias y mientras se trabaje para pagar créditos difícilmente podrán hacerlo, concluyeron Tzacum Uc y Cauich Aké.
(Jorge Alberto Uc Moreno)