Cables de alta tensión de 34,000 voltios ubicados junto al antiguo campo deportivo de la comunidad de Ich-Ek representan un riesgo latente para los pobladores, ya que los tensores están enredados entre las ramas de árboles que crecen junto a la carretera federal 261 Hopelchén–Campeche.
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Así lo denunció el ex comisario ejidal y municipal, Lázaro Amílcar Pech Tec, quien señaló que el problema lleva años sin ser atendido por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a pesar de que los cables fueron instalados hace más de una década.
El ex comisario explicó que los árboles de pich que rodean el campo deportivo tienen ramas que tocan o están a punto de tocar los cables, lo que representa un peligro, especialmente porque niños y jóvenes acuden diariamente a practicar fútbol o béisbol en el lugar. Con los fuertes vientos, existe el riesgo de que los cables rocen las ramas o se quiebren, lo que podría provocar un accidente con consecuencias fatales.
Pech Tec subrayó que no se trata de cables comunes de 110 o 220 voltios, sino de líneas de 34,000 voltios, las mismas que alimentan de energía a la ciudad de Hopelchén y a otras comunidades del centro del municipio.
Advirtió que si una rama cae sobre los cables o si el viento provoca un chispeo, y alguien se encuentra cerca, el desenlace podría ser trágico. Actualmente, menos de un metro separa las ramas de los cables, y el riesgo aumenta con cada ráfaga de viento.
El ex comisario informó que ya reportó la situación al comisario municipal, Marcos Basilio Poot Aké, para que a su vez notifique a la CFE en Hopelchén, pues el peligro es inminente.
Finalmente, indicó que para podar los árboles de forma segura sería necesario interrumpir el suministro eléctrico, ya que la poda tomaría tiempo. De no hacerlo, advirtió, una caída de ramas podría provocar un apagón masivo en la región de Los Chenes.
JGH