Llenos de júbilo, fe y gratitud, decenas de feligreses y pescadores ribereños del refugio pesquero “7 de Agosto”, en la capital del Estado, participaron en el tradicional Paseo por Mar de San Francisco de Asís, una de las celebraciones más esperadas de estas fiestas patronales en Campeche, donde la devoción y el amor por el “Poverello de Asís” se funden con la brisa marina. Desde temprana hora, el fervor se sintió en la Parroquia de San Francisco de Asís Extramuros, donde los fieles asistieron a la eucaristía.
Al concluir, los hombres de mar bajaron con solemnidad la sagrada imagen del altar y, entre cánticos y alabanzas, la sacaron del templo para iniciar su recorrido por la avenida Miguel Alemán, rumbo al refugio pesquero. Ni el intenso calor, avivado por los rayos del sol campechano, fue obstáculo para los devotos.
Con sombrillas, sombreros y lentes oscuros, caminaron detrás de su santo patrono con una mezcla de alegría y recogimiento. Niños, jóvenes, adultos y ancianos avanzaban con paso firme, entonando cánticos y rezos que resonaban entre las calles y los corazones. Al llegar al muelle, el ambiente se tornó aún más emotivo. Entre aplausos y vítores de ‘¡Viva San Francisco de Asís!’, los pescadores prepararon con esmero la embarcación principal. Con cuidado y reverencia, colocaron la imagen sobre una de las casi diez lanchas que participarían en el paseo por mar.
El santo patrono, acompañado de las reinas de las festividades, así como de sacerdotes del santuario, emprendió su recorrido por la costa, acompañado de embarcaciones que ondeaban pañuelos y lanzaban porras al ritmo del vaivén de las olas. Desde tierra, decenas de fieles observaban con oraciones y promesas, agradeciendo por los favores recibidos o pidiendo protección para sus familias y faenas de pesca. El mar, el sol y la fe se entrelazaron en una jornada llena de emoción y esperanza.
Entre risas, cantos y plegarias, los campechanos reafirmaron su devoción por San Francisco de Asís, el santo que, año con año, une a pescadores y creyentes en un mismo sentimiento: la fe que navega y nunca se hunde
