La Oficina de Representación en Campeche de la PROFEPA recibió de forma voluntaria siete ejemplares de loros entregados en el Parque Recreativo Ximbal, en un acto de responsabilidad por parte de ciudadanos que decidieron cumplir con la ley y proteger a estas especies.
Los loros entregados fueron: tres loros frente blanca, un loro yucateco, dos loros corona blanca y un loro mejilla amarilla, todos en excelentes condiciones físicas y clínicas, según informó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Actualmente, los ejemplares están bajo resguardo de personal capacitado, quienes se encargan de su cuidado, alimentación y protección, mientras se determina su destino final.
Tener a estos animales como mascotas no solo es un riesgo para su bienestar, también es un delito federal. En México, la Ley General de Vida Silvestre prohíbe tener aves de la familia Psittacidae como loros, pericos o guacamayas, cuando han sido capturados de su hábitat natural. El Artículo 60 Bis 2 lo establece claramente: “ningún ejemplar podrá ser objeto de aprovechamiento extractivo para fines comerciales o de subsistencia”.
Las consecuencias legales son serias: de acuerdo con el Artículo 420 del Código Penal Federal, las penas por poseer, capturar o vender estas aves pueden alcanzar hasta 9 años de cárcel, además de multas de hasta tres mil días de salario mínimo, lo que podría superar los 600 mil pesos.
La PROFEPA ha intensificado sus acciones contra el tráfico de aves silvestres, ya que estas especies enfrentan múltiples amenazas, como la pérdida de hábitat, el comercio ilegal y la alta mortalidad durante su transporte. México es hogar de 22 especies de loros originarios, y su protección es una prioridad para evitar su extinción.
Si conoces casos de venta ilegal o posesión indebida de aves protegidas, puedes denunciar a través de los canales oficiales de PROFEPA y ayudar a preservar la rica biodiversidad del país.
JGH