
Con el corazón lleno de fe y el espíritu festivo a flor de piel, decenas de campechanos se congregaron en el Lienzo Charro 'Hacienda Santa Cruz', en Imí II, para participar en la primera Feria de Escaramuzas y Charros, evento sin precedentes que dio el arranque oficial a los festejos por los 460 años de la llegada del Cristo Negro, Señor de San Román, a tierras campechanas.
La imagen venerada fue recibida con porras, aplausos y un profundo fervor religioso, escoltada por un contingente de escaramuzas y charros que, con gallardía, recorrió calles de esta localidad hasta llegar al recinto, donde el párroco Joaquín López Arévalo ofició una emotiva ceremonia religiosa, enmarcada también por la celebración del Día de la Santa Cruz.
Durante la misa, el padre López Arévalo destacó la profunda devoción del pueblo campechano por esta sagrada imagen, símbolo del amor y el sacrificio. “No hay mejor representación del misterio de ese amor que el Cristo Negro, tan querido por todos nosotros”, expresó.

Además de fortalecer la fe, la feria tuvo como propósito destacar la disciplina y elegancia de la charrería, así como recaudar fondos para apoyar esta tradición. Luego de la misa, niñas vestidas con trajes típicos ofrecieron un alegre bailable de Jicaritas, seguido de un colorido desfile y presentación ecuestre de escaramuzas y charros, que arrancaron ovaciones del público.
La alegría continuó con la participación de las alumnas de la academia de danza 'María Taglioni', quienes deleitaron al público con estampas folclóricas de Nuevo León, Sinaloa y Oaxaca, llenando el ambiente de música, colores y tradiciones.

En el evento también estuvieron presentes María Elena Lastra, Dama Sanromanera; Arlet Guadalupe Soberanis Canul, Reina de la Feria de San Román; y Paulina Estrada, Chiquitita San Román, quienes acompañaron la celebración con entusiasmo y orgullo.
Como cada año, se anunció que el próximo domingo 11 de mayo, el Cristo Negro será expuesto para las rotativas, después de la misa del mediodía, en el Santuario Diocesano.
JY