
Sin protocolos sanitarios y ambientales, ni supervisión por parte de la Secretaría de Salud (SSA) de Campeche, como lo establece la normatividad, la millonaria máquina de resonancia magnética que brindaba el servicio en el Hospital General de Especialidades (HGE) 'Dr. Javier Buenfil Osorio' terminó en una chatarrería de la capital del Estado.
Ante el asombro de los vecinos de la colonia Lomas del Sureste, el equipo médico con valor de varios millones de pesos estaba siendo desmantelado en plena calle por trabajadores de este depósito llamado 'Hermanos Cobos', quienes, al percatarse de la presencia de los medios de comunicación, se tornaron agresivos e intimidantes.
La máquina permanece en la vía pública, en medio del temor vecinal por las afectaciones a la salud que pudiera causar, y es que la propia titular de la SSA, Josefa Castillo Avendaño, reconoció en días pasados que requiere de un procedimiento para su desecho seguro, pero está siendo reducido a chatarra, sin cumplir ningún protocolo de salud ni ambiental, tal y como lo exigen las leyes en ambas materias.

Hace menos de una semana, trabajadores y/o pacientes del HGE exhibieron que, tanto este equipo de resonancia magnética como una cámara hiperbárica fueron sacadas y abandonadas afuera del nosocomio, expuestas al polvo, al sol y a las lluvias.
Días después, Castillo Avendaño confirmó que ambos equipos se encontraban inservibles y desde el año pasado habían sido sustituidos por nuevos que entregó el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que estaban en procedimiento de baja y a la espera de una grúa para ser trasladados a la 'Unidad de Baja'.
No obstante, hoy la máquina de resonancia se ubicó en esta chatarrería de la ciudad, siendo desarmada por 'chatarreros' y no por personal de alguna empresa especializada, como si fuese un viejo refrigerador, sin importar los riesgos que esta práctica pudiese generar a la salud pública; mientras que, de la cámara hiperbárica, se desconoce su paradero.
JGH