La Diócesis de Campeche decidió reubicar el comedor “La Misericordia” en lugar de aplicar alguna sanción disciplinaria contra el párroco Alfonso Reyes Atocha Alcocer, de la Iglesia de Santa Cecilia, señalado por incurrir en agresiones verbales, actitudes discriminatorias y malos tratos hacia personas en situación de vulnerabilidad.
A través de redes sociales, los voluntarios del comedor denunciaron que fueron forzados a abandonar el espacio debido al trato hiriente y prepotente del sacerdote. Esta labor altruista entregaba cada viernes más de 170 raciones de comida a personas en situación de calle, pobreza extrema o con familiares hospitalizados.
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“Estábamos cansados de los atropellos”, compartieron voluntarios del comedor, fundado durante la pandemia.
La situación generó indignación entre feligreses y ciudadanos, quienes acusaron al párroco de ser una persona soberbia, además de recordar otros incidentes polémicos, como cuando fue señalado por casi atropellar a un elemento de la Guardia Nacional para evitar pagar una multa de tránsito en el aeropuerto de Campeche.
En respuesta, la Diócesis emitió un comunicado oficial donde reconoció que el comedor fue cerrado el pasado 11 de julio por un desacuerdo entre el sacerdote y los fieles. No obstante, no se le retiró del cargo, y en su lugar se anunció la reubicación del comedor a la Iglesia del Jesús, ubicada en la calle 55 por 12 del Centro Histórico.
Se aseguró que la ayuda alimentaria continuará y que los beneficiarios serán contactados para reactivar la entrega de alimentos. Paralelamente, el párroco Reyes Atocha buscará crear un nuevo comedor en Santa Cecilia.
En cuanto a las denuncias por malos tratos, la Diócesis ofreció una disculpa pública y exhortó a mantener la armonía, pero justificó la permanencia del sacerdote en su parroquia señalando el Canon 529 del Código de Derecho Canónico, el cual establece las obligaciones del párroco hacia su comunidad, pero no prevé sanciones inmediatas en estos casos.
