Durante la temporada decembrina incrementan los riesgos relacionados con el uso de gas doméstico y la pirotecnia, especialmente por la alta concentración de personas, la actividad en cocinas y el descuido en instalaciones, informó Ricardo del Jesús Graniel Claro, director del Departamento de Bomberos Voluntarios de Ciudad del Carmen A.C., quien refirió que en lo que va del año han atendido más de 300 fugas de gas, debido principalmente a que muchas gaseras carecen de brigadas para controlarlas, por lo que las emergencias son canalizadas a través del 911 o Protección Civil.
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Explicó que el cuerpo de bomberos utiliza detectores y cámaras térmicas para identificar el punto de fuga, y cuando esta es severa o mínima trasladan el cilindro a la estación para quemar el gas de forma controlada y evitar riesgos en los hogares. La mayor parte de las fugas provienen de tanques en malas condiciones, ya sea por falta de mantenimiento, corrosión por la salinidad de la zona o desgaste estructural por recargas continuas.
Recordó que la norma oficial establece que los cilindros tienen un tiempo de vida útil de 20 años y deben someterse a pruebas hidrostáticas cada cinco, algo que casi nunca se cumple. Además, muchas familias utilizan mangueras inadecuadas de plástico con abrazaderas, lo que provoca desprendimientos y flamazos por acumulación de gas.
Indicó que han atendido fugas en cilindros de diferentes capacidades e incluso en tanques estacionarios, aunque en estos casos solo identifican el origen del problema y notifican a Protección Civil para que la gasera retire o repare el equipo, ya que bomberos no puede manipularlos debido al alto riesgo.
Graniel Claro confirmó que este año hubo un incremento de entre 15 y 20 por ciento en los reportes de fugas, cifra superior a la del año pasado. Explicó que, tras la explosión ocurrida en la colonia San Manuel, la ciudadanía ha mostrado mayor precaución y tiende a reportar más rápidamente cualquier olor a gas.
El director del Departamento de Bomberos advirtió sobre prácticas peligrosas, como llevar tanques dañados con soldadores improvisados para “repararlos” o unir piezas de cilindros distintos, lo cual puede provocar explosiones fatales. Recordó casos recientes en Villahermosa donde estas malas prácticas terminaron con pérdidas humanas y daños materiales.
Agregó que desde noviembre se registra un aumento adicional en estos incidentes debido a la preparación de alimentos tradicionales, la llegada de visitantes y la mayor demanda en restaurantes y hogares.
Recomendó cambiar los tanques que tengan más de cinco años de uso, especialmente en zonas con presencia de óxido o daño estructural, y recordó que la gasera está obligada a certificar la instalación cuando se trata de tanques estacionarios. Si un cilindro presenta fugas en el punto de venta, la empresa debe retirarlo y no llenarlo nuevamente.
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Finalmente, insistió en que los ciudadanos deben recurrir a su gasera para evaluar el estado real de un tanque, ya que bomberos no cuenta con el equipo para realizar pruebas certificadas. Subrayó que conocer y aplicar estas medidas puede evitar accidentes graves durante la temporada decembrina.
