En la lucha para recuperar su patrimonio, José Bonilla López, un hombre de la tercera edad y con discapacidad visual, de nueva cuenta denunció irregularidades notariales y falsificación de documentos en un caso que involucra una vez más a la Notaría Pública 12 de Ciudad del Carmen, a cargo de Jaime Antonio Boeta Tous.
A las puertas del Ayuntamiento y en tono de burla, lanzó un llamado a la ciudadanía y les dijo que si quieren ser dueños del Palacio Municipal sólo basta acudir a esas oficinas notariales y pedírselo a su titular, pues así como revivió a una muerta para venderle su propiedad en perjuicio de su viudo, lo ha hecho con cientos de predios.
Relató que desde hace más de 30 años es propietario del predio ubicado en la avenida 10 de Julio, número 44 de la colonia Limonar, con escritura formalizada desde 2010. Sin embargo, asegura que fue despojado ilegalmente mediante una nueva escritura falsa.
Señaló como responsables a supuestos abogados y trabajadores ligados a la Notaría 12, a cargo de Boeta Tous, y al despacho del abogado Jorge Salazar Cruz, ubicado en la colonia Tecolutla. También acusa directamente a su exconcubina Mara López Fernández, quien presuntamente habría robado documentación en blanco y promovido el trámite fraudulento con ayuda de otros abogados.
Bonilla afirma contar con documentos como la escritura pública número 1170 y la clave catastral que lo validan como legítimo propietario, incluyendo el control de cuatro departamentos construidos en el predio. Actualmente, el conflicto legal ha derivado en su expulsión del lugar, sin que hasta el momento haya justicia.
“Hago un llamado a las autoridades para que detengan estas prácticas de corrupción que afectan a personas de la tercera edad”, declaró, al tiempo que pidió una revisión de los procedimientos notariales y registrales en el Estado, particularmente en el municipio de Carmen, donde sabe perfectamente que él no es la única víctima de la Notaría Pública 12.
Bonilla López dijo que la denuncia realizada la semana pasada por un abogado y su representado, donde ese señor quedó viudo e irrisoriamente en esa notaría revivieron a su mujer para vender una propiedad, es la muestra de que algo no está bien; entonces, él seguirá insistiendo y dará seguimiento para defender el patrimonio que décadas de trabajo le costó tener.
Por último, el hombre de la tercera edad mencionó que es momento que las autoridades responsables de la praxis notarial supervisen lo que está pasando en la Notaría Pública número 12, porque, a como se ven las cosas, cualquier ciudadano puede llegar y decirle al licenciado Boeta Tous que son dueños del Palacio Municipal o de un parque, y este con la mano en la cintura puede realizar una escritura pública sin verificar su veracidad.
JY
