
Productores ganaderos de la región expresaron su preocupación por las consecuencias económicas y sanitarias que está generando la expansión del Gusano Barrenador del Ganado (GBG) en el sur del país, particularmente en Campeche. Advierten que todas las acciones implementadas por el Gobierno han sido tardías y la inmovilización de ganado ha sido más un golpe al productor que una solución efectiva.
Luego de que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), emitiera nuevas disposiciones zoosanitarias con el fin de prevenir la expansión del GBG hacia los estados del centro y norte del país, que incluye que siete entidades del sur de México (Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Yucatán y el sur de Veracruz), no podrán movilizar ganado, excepto si el destino final son corrales de engorda autorizados, el sector productor alzó la voz en contra de la medida.
De acuerdo al médico veterinario zootecnista y productor de la Península de Atasta, Rosario Baqueiro Acosta, criticó la falta de reacción oportuna del gobierno federal y estatal para contener el brote, pues desde el primer caso registrado en Chiapas ya han pasado varios meses. Consideró que las autoridades actuaron con lentitud, sin liberar recursos ni aplicar estrategias efectivas como la liberación de moscas estériles, técnica que se ha probado útil para frenar la reproducción del parásito.
“Nos cerraron el paso demasiado tarde. Ya hay infestación en toda la península de Atasta, Escárcega, Palizada y el problema sigue avanzando. La gente del campo vive de sus animales, es su único cheque al portador”, lamentó un productor entrevistado.
Los ganaderos señalan que, al restringirse el traslado de reses hacia otras regiones, sus ingresos se han desplomado, porque el 70 % de los productores no tiene cuentas de banco; su dinero está en el ganado. Si necesitan resolver un problema de salud o alimentar a su familia, venden una res. Ahora ni eso pueden hacer.

“Los funcionarios no son ganaderos, no les duele lo que está pasando, pero a nosotros sí nos está afectando. Aquí no se trata solo de cerrar fronteras ganaderas, se trata de actuar en serio y esa acción es soltar la mosca estéril donde hay más gusano y dar apoyo real”, reclamó.
Aunque han comenzado presiones desde cámaras ganaderas, diputados federales y congresos locales, los productores temen que la falta de presupuesto y voluntad política retrase aún más la respuesta. También criticaron el debilitamiento de la sanidad agropecuaria, señalando que la vigilancia fronteriza con Centroamérica ha sido insuficiente.
Finalmente, dijo que el llamado desesperado de los ganaderos es que ejecuten acciones inmediatas, recursos concretos y presencia de sanidad en el campo. “Este no es un problema menor. Es el sustento de miles de familias, y la situación ya se salió de control, todo porque se tardaron. En Campeche hay registro desde diciembre de 2024 y no hicieron algo porque querían que se mantuviera oculto el problema, no, las cosas no eran así”, concluyó.
JY